POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
(Palabras para las alumnas y alumnos de la “generación del 73” del Colegio Público «Río Sella» de Arriondas que este año cumplen 50 años de edad, tras la cena conmemorativa):
Volver a la memoria de los treinta y siete años que nos separan desde la última vez que estuvimos juntos en el Colegio “Río Sella”, es algo que acabamos de hacer esta noche del segundo sábado de junio.
Se puede viajar a través del tiempo y -con una mezcla de sentimientos que fusionan fotogramas y recuerdos- hay que deciros, queridos ex alumnos y ex alumnas, que no esperéis a mañana para grabar este momento, porque el ahora es irrepetible y mañana pronto será pasado.
Hace ya algunos años que habéis llegado a la plena madurez. Es un eslabón más de la cadena de la vida.
¿Qué os quedó de aquellos años? Con sus buenos y malos momentos, con sus defectos y sus virtudes, vuestro paso por el que entonces llamábamos Ciclo Superior, ha quedado inevitablemente ligado a vuestras vidas.
Creo manifestar el sentir de mis colegas maestros aquí presentes, si digo que nuestra intención ha sido siempre enseñaros a volar por vuestra cuenta, porque nuestra misión fue educaros e instruiros en los rudimentos básicos del saber para que -después- cada uno -según sus capacidades, gustos e intereses- continuaseis vuestra formación en cualquiera de las múltiples facetas y caminos que en la vida se pueden tomar para ser personas de bien.
Aquí estáis de nuevo, con vuestras vidas ya más que encarriladas, llenas aún de proyectos y de esperanzas, puesto que es todavía mucho lo que os queda por hacer.
En una tarde-noche como la de hoy alcanzan especial sentido los conocidos versos de Goethe: “Dichoso aquél que recuerda a sus antecesores con agrado, que gustosamente habla de sus acciones y que, serenamente, se alegra viéndose al final de tan hermosa fila”.
Al recordar vuestro grupo, nos viene a la mente el gratísimo tiempo que estuvisteis con nosotros y -como decía antes- intentando desde el punto de partida, y según las posibilidades de cada uno, abriros los ojos y la mente para que fueseis personas de provecho en el futuro.
A lo largo de este año 2023 cumplís cincuenta años y es el momento en que uno cree que ya puede acabar de desarrollar todo lo que la vida le ha puesto por delante.
Es a partir de los cuarenta -decíamos hace una década- cuando adquirimos conciencia plena de que todo concluirá un día, pero al mismo tiempo y paradójicamente nos sentimos más fuertes, más ilusionados, con más de media vida por delante y mucho que hacer.
Cumplir 50 es seguir teniendo que elegir a pesar de que las ilusiones se vean ya recortadas, pero comienza la aventura más valiosa y definitiva, elegir si vais a seguir con vuestros talentos en las mismas cuitas que hasta ahora; elegir qué cosas son importantes y cuales otras vais a dejar abandonadas en el camino, porque uno quiere lo que quiere, le pasa lo que le pasa y -a los 50- comienza a aceptarlo casi todo.
Cumplir 50 es comenzar la segunda parte de la vida, tal vez aquella en la que las batallas más importantes están por resolver.
Cumplir 50 es ya ponerse al otro lado del espejo en busca de la tranquilidad, el sosiego y la felicidad definitiva.
Cumplir 50 ya no es un trauma, tiene sus ventajas. Vosotros sabéis bien que habéis adquirido: experiencia, sabiduría, estabilidad y hasta un cierto toque de rebeldía (que no es sólo patrimonio de los que tienen dieciocho).
Mirad atrás y replantearos el futuro sin miedo si es que alguno tiene que hacerlo.
A pesar de los tiempos confusos que vivimos, con las incertidumbres que se vislumbran en el horizonte laboral de este tiempo, esta innegable realidad será superada, y no debe ensombrecer vuestros planes para un futuro próximo.
Cultivad vuestros saberes y seguid manteniendo esa camaradería de la que habéis hecho gala hoy; de esa forma vuestro porvenir será más fructífero, además de sosegado.
Haced inventario de lo que es innegociable e imprescindible y de lo que es superfluo. Las esperanzas de vida se han acrecentado mucho y la tradicional crisis de los 50 se ha trasladado a los 60.
Vivid con intensidad disfrutando de las pequeñas cosas, porque valorarse como persona y mantener las dudas es el secreto para seguir siendo joven de mentalidad.
Hacedme caso: aprended a dominar la ventajosa técnica de relativizarlo todo, ese es el quid, el secreto prioritario para no alterarse por nada, porque -en el fondo- no merece la pena.
Cada uno -desde su posición profesional y familiar- debéis seguir adelante en esa estupenda aventura que es la vida.
Antes de concluir, gracias a todos por estar aquí, a los docentes Ángeles Ballesteros -acompañada de su esposo Ángel- y a Concepción Suárez y a su esposo Rafael González.
También a los que no pudieron venir por diversas razones, con una memoria especial para Marxel Cuétara Villaverde que estuvo con nosotros hace diez años y que -apenas tres años después- pasó a esa otra dimensión desconocida, lo mismo que el compañero Jorge Queipo Muñiz, fallecido también en el año 2016; y, por supuesto, gracias especiales a los organizadores de esta velada (Claudia Intriago y Ángel Luis Cotera), tan llena de sentimiento y de recuerdos.
—— Francisco José Rozada Martínez. Arriondas, 10 de junio de 2023 —–
(El texto lo leí tras la cena conmemorativa -pasada ya ampliamente la medianoche del sábado- en la actual plaza García Dory, en otro tiempo patio de recreo de niños y niñas de la Escuela Nacional Graduada de Arriondas de la que fui alumno.
La fotografía está tomada en la escalera de acceso a dicho edificio, hoy Casa de Cultura “Benito Pérez Galdós”).
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez