POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Dicen que el verano llega cuando el sol se sube a los trópicos. También cuentan que cuando llegaba el solsticio, los hombres, desde hace siglos, conmemoraban la fiesta del sol. Y dicen también que el verano es época para celebrar y hacer fiestas. A propósito de la víspera de la llegada del verano hago feliz memoria de la Piscina Bar Cavi de Montijo que fue un negocio innovador del empresario Francisco Caro. La abrió en 1956 y fue una de las pioneras en la provincia. Supuso una revolución dentro de las costumbres, el ocio y la hostelería del momento. Con estas fotografías que guardó la cámara del inolvidable Visam, llamo hoy a la memoria.
“Los concursos de natación, especialmente en la Feria. Manolo Martínez, que tenía la peluquería en la plaza Piñero y realizaba muy bien el salto del ángel en el trampolín de la piscina Cavi. Complejo Piscina Bar Cavi: coma, beba, diviértase y baile. El médico Fernando Alvarado, embrión de médico deportivo, dando clases de natación en la piscina Cavi, diciendo: “Haced una inspiración profunda y espirar dentro del agua hasta echar todo el aire. Sacad la cabeza. Volver a inspirar profundamente y espirar dentro del agua, y así sucesivamente. Compaginad la respiración con los movimientos de la brazada”; técnica y enseñanzas que hicieron mejorar la práctica de la natación y el estilo de braza de varios jóvenes de aquella época. Paco el Cano, inventor del salto “el torpedo”, que él practicaba desde el trampolín de la piscina Cavi. La Orquesta Monty tocando el Mambo número de 5 de Pérez Prado en las noches de la Piscina Cavi”.