Nadie se pudo llevar a engaño antes de anoche. El actor Alberto Iglesias transmutado en el escritor Federico García Lorca se dirige directamente al público que llena el teatro Campoamor y dice: «Venís al teatro con el afán único de divertiros y tenéis autores a los que pagáis, y es muy justo, pero hoy el poeta os hace una encerrona porque quiere y aspira a conmover vuestros corazones enseñándoos las cosas que no queréis ver, gritando las simplísismas verdades que no queréis oír».
Y lo que no quiere oír, por ejemplo, es el ruido de los tiros del barranco de Víznar, donde Lorca fue asesinado en la madrugada del 18 de agosto de 1936, poco menos de un mes después del golpe de Estado que devino en guerra civil. En nada, sólo noventa años de distancia.