PARTICIPA LA REAL ACADEMIA DE CULTURA VALENCIANA.
Enrique Taulet y Rodríguez-Lueso, Taulet -como le llamaba todo el mundo- era asturiano de origen, aunque nació en Palencia, donde su padre era director del Banco de España, un 3 de enero de 1900. En 1924 aprueba la oposición de notario y en 1930 gana la plaza de València donde se asienta y comienza su actividad notarial, solamente interrumpida por la Guerra Civil, a cuyo comienzo es encarcelado por elementos incontrolados, salvándose de una muerte segura por intercesión de sus amigos, entre ellos, el Rector de la Universitat de València, Juan Peset Aleixandre.
No en vano, Taulet fue el notario que levantó acta de todo lo que pudo ser salvado del tesoro de la Virgen de los Desamparados tras el asalto a la basílica el 21 de julio de 1936. Al acabar la Guerra reinicia su actividad profesional e intercede inútilmente por Peset, circunstancia que le acarrea un proceso de depuración por parte de las nuevas autoridades. Su relación con los círculos valencianistas del momento le llevan a participar activamente en cualquier asunto relacionado con València como la recuperación de los fueros y del Derecho Civil valenciano y la utilización del valenciano en documentos públicos.
Una lengua, la valenciana, que aprende y cultiva con destreza. Durante años escribe en el diario Levante los artículos De martes a martes con temas netamente valencianos, es reconocido como hijo adoptivo de València y nombrado miembro numerario de las academias de Cultura Valenciana, de Jurisprudencia y Legislación y de Bellas Artes de San Carlos. En 1992 murió en València, donde está enterrado, y ese mismo año, la Real Academia de Cultura Valenciana, a petición de Eduardo Primo Yúfera, solicitó al Ayuntamiento que se le dedicase una calle de la ciudad a don Enrique Taulet “prestigioso notario de la ciudad, por su gran formación humanística y acrisolada valencianía”.