POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Decir Bolea y decir fiestas de agosto, es decir toros de fuego, que aquí se viven con gran emoción y casi con ansia por lo arraigados que están, aunque no están exentos de riesgo, por lo que se intenta desde el Ayuntamiento que se cumplan una serie de medidas de seguridad y se hace un llamamiento a la cordura de los asistentes. Diversión, pero con juicio y sentido común.