Dentro de unos días vamos a conmemorar un acontecimiento histórico que sucedió en Chiclana hace 200 años: la última y decisiva batalla del Trienio liberal (1820-1823). Batalla trascendental acontecida entre el 13 y el 20 de septiembre de 1823 en el islote y castillo de Sancti Petri entre las fuerzas navales y baterías de tierra francesas, de Los Cien Mil Hijos de San Luis, y la guarnición del castillo. La guarnición estaba formada por 120 hombres del batallón de Milicianos Voluntarios de Madrid al mando del segundo ayudante general de Estado Mayor, dos capitanes y varios suboficiales del ejército constitucionalista, es decir, del ejército español que defendía los valores de la Constitución de 1812 frente al ejército francés.

Las tropas invasoras francesas llegaron a Chiclana la tarde del 29 de junio ocupando la población y tomando sus puntos más estratégicos, sobre todo la colina de Santa Ana y las entradas y salidas de la villa. No hubo oposición y el pueblo quedó tomado militarmente como ocurriera once años antes. El ejército francés dominaba la vida cotidiana de la ciudadanía chiclanera. Algunos vecinos huyeron y el resto se sometió y acató las órdenes francesas, o las que emanaban de un Cabildo interino realista-absolutista.

En un intento de recuperar la villa, el 16 de julio, las fuerzas constitucionalistas desembarcaron desde la batería de Urrutia, con 600 hombres, a Sancti Petri. De la misma manera, otra fuerza de 500 hombres y 20 caballos partió desde la batería de El Portazgo hacia Chiclana, cruzando el caño Zurraque y el camino Real. El encuentro con las tropas francesas será desafortunado, pues le doblaban en número y en piezas de artillería. Después de un duro combate los españoles tienen que retirarse. La otra fuerza española ha bordeado el caño Alcornocal alcanzando la Casa del Coto sin novedad, al encontrarse esta sin enemigos. De allí continúan hacia Chiclana. Unos guías y una compañía de cazadores preceden a la columna. Al llegar al molino de Almansa se divide en dos columnas que avanzan a través de los pinares en dirección al fuerte de Santa Ana. Al mando del coronel Gutiérrez Acuña llegan a las inmediaciones de la Huerta Alta y atacan el fuerte con fuego de fusilería entablando un duro combate en el que las tropas españolas se veían vencedoras. Si embargo, tienen que retirarse ante el temor de que un batallón procedente de la batería Colorada les sorprenda por la espalda.

En los siguientes meses los franceses reforzarán con dos baterías la costa frente al castillo. En agosto Angulema instala con su Estado Mayor en El Puerto de Santa María. El 12 de septiembre traslada su cuartel general a Chiclana, y el 13 comienza el asedio y bombardeo al castillo de Sancti Petri desde las baterías de la costa del acantilado de la playa de La Barrosa y otra instalada frente al castillo. Al mismo tiempo, una corbeta y otros barcos menores, se aproximan a la posición española cañoneándola y disparando cargas de fusilería. El viento del Oeste obliga al resto de las embarcaciones mayores a permanecer en mar abierto. Pero en posteriores días la flota se acerca al castillo y lo bombardea intensa e incesantemente.

Mientras el castillo era bombardeado, en Chiclana, se reunía el Cabildo el día 18 en sesión ordinaria bajo la presidencia del corregidor interino, Vicente Antonio Benítez y parte de los miembros del Cabildo. Entre los asuntos a tratar ninguno es relativo a lo que estaba sucediendo en Sancti Petri. Ni siquiera se menciona. Dos días más tarde, el día 20, la guarnición se rendía después de verter heroicamente su sangre frente a los cañones y obuses franceses. Quedaba así expedita la puerta naval a Cádiz, que sería bombardeada días después. El 1 de octubre se produciría la liberación de Fernando VII (1784-1833) en Cádiz y el restablecimiento de sus derechos como monarca absolutista.

Para recordar la gesta de aquellos hombres que lucharon por un Gobierno constitucional, por una España muy distinta que la que habría de venir –muy pronto se abriría el proceso histórico de la Década Ominosa: muerte, prisión o destierro para los liberales españoles– el pasado día 31 de agosto se inauguró en el Museo de la ciudad una exposición temporal dedicada a la efemérides; También se suma a la efemérides la bodega Manuel Aragón S. L. con el vino fino de Chiclana, “Juntatabla” con etiqueta especial alusiva a la batalla. Y el día 19, en el Centro de Interpretación del Vino y la Sal, la presentación del libro “La batalla del castillo de Sancti Petri, una historia de gratitud, honor y respeto”, del investigador histórico chiclanero, Juan Jesús Saucedo Vela, un santipetreño conocedor de muchos mares, de las aguas del castillo y de Sancti Petri, lugar de infancia y juventud. Nadie mejor que él conoce esta historia.

Bibliografía:

-ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CHICLANA. Legajo nº 36. Actas Capitulares,. Sesión ordinaria de Cabildo del 18 de septiembre de 1823.

-SAUCEDO VELA, J. J. (2023): «La batalla del castillo de Sancti Petri». Fundación Vipren. Imprime Alograf S. L. Chiclana.

FUENTE: https://www.facebook.com/joseluis.aragonpanes