POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Aquí se siente el calor suave de oraciones ininterrumpidas, que unos labios comienzan, otros continúan y ningunos cierran. Aquí está la verdad que buscamos. Luz más luz.
El tiempo sin tiempo. La mano que coge todas las manos. La que preside la intimidad de los hogares, lleva consuelo y esperanza a las habitaciones de los hospitales de sus hijos y devotos. La que alivia el peso de nuestras cruces.
Qué manera de llenar y rebosar estos días de súplicas, gratitud y renovadas intenciones. Desde cuando termina agosto, atravesando todo septiembre y llegando hasta el primer domingo de octubre con sabor a otoñada y vendimia. No tenemos otra devoción que tenga tantos días destinados a sus cultos como esta bendita imagen de Nuestra Señora de Barbaño, Patrona de Montijo.