POR SANTOS BENITEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE CÁCERES.
En septiembre de 1166 toma la Ciudad a los Almohades un caballero portugués de nombre Giraldo Sempavor, al servicio del rey portugués D. Alfonso Henriques, que acompañado de un grupo de mercenarios igual asaltaban villas cristianas que musulmanas saqueándolas. Giraldo conquistó Cáceres pero sin tener ninguna intención de que pasara a manos del rey de León y contribuyera al fenómeno histórico que conocemos con el nombre de Reconquista.
Fernando II de León, con una espectacular incursión guerrera, conquista Cáceres en el 1169, asignando la defensa de la ciudad a los Fratres de Cáceres, que fueron derrotados por los almohades el 10 de Marzo de 1173. El primer maestre de la orden fue Pedro Fernández de Fuenteencalada y Hurtado desde 1170 a 1184. Los descendientes de los Fratres fundaron la Orden Militar de Santiago, una de las Órdenes Militares de más prestigio en la Historia de España.
Por fin el 23 de Abril de 1229, después de cuatro intentonas, Alfonso IX toma definitivamente la ciudad a los moros y ya no deja de ser cristiana. No hay ningún documento sobre este hecho y el pueblo sustituyó la historia por la leyenda de la princesa Mansaborá que todos conocéis.
Alfonso IX convierte a Cáceres en Villa Franca y Realenga, dependiente del Reino de León y le otorgó la Carta de Población, conocida como el Fuero Latino de Cáceres, tan favorable para la repoblación del territorio, la construcción de palacios y casas fuertes, el gobierno municipal, la concesión de la Feria de Cáceres para reactivar el comercio, etc. En la Ciudad Monumental encontramos multitud de palacios, casas fuertes, conventos, etc. teniendo más de 1.238 escudos nobiliarios, siendo una de las Ciudades con mayor riqueza heráldica, tanto en calidad como en cantidad y en variedad y rareza de los blasones.
De la importancia de Cáceres nos da buena cuenta Fernán Mexía que nos señalaba que la villa de Cáceres era desde fines de la Edad Medias uno de los cuatro principales solares de nobleza de España.
A raíz de la reconquista cristiana la villa fue edificando palacios e iglesias que se fueron remodelando y ampliando sobre todo en los siglos XV y XVI gracias al oro americano, en torno a dos plazas: en la plaza de Santa María se asentaron los leoneses y en la Plaza de San Mateo, los castellanos, gallegos, astures, etc. En la actualidad es uno de los conjuntos renacentistas más bellos del mundo.
Cáceres es paso de la Vía de la Plata en el peregrinar hasta Santiago de Compostela, siguiendo la ruta mozárabe.
Ha sido una ciudad donde han convivido durante siglos las tres principales culturas de Occidente: la cristiana, la judía y la islámica.
Además de la expulsión general de los judíos decretada por los Reyes Católicos en 1492 para todos los que no abrazaran la fe católica, en la Villa de Cáceres por decreto de 1478, los judíos cacereños son obligados a marcharse fuera del recinto amurallado y trasladados al otro lado de la Plaza Mayor, a las actuales calles General Ezponda, Paneras, La Cruz, Plaza de la Concepción, etc. Se dedicaban al comercio, sastrería, artesanía y al préstamo.
En 1479 se calcula que había en Cáceres un total de 130 familias judías que corresponden más o menos con 520 personas, del total de unos 8000 vecinos que debió tener la ciudad por los años ochenta del siglo XV.
La visita de Isabel la Católica en los años 1477 y 1479, acatando los Fueros y alojándose en el Palacio de los Golfines de Abajo, propiedad de Sancho de Paredes Golfín, Camarero Mayor de la Reina, Regidor y Contino, trajo la modernización política y administrativa de la Ciudad, nombrando el primer gobierno municipal, repartiendo los cargos entre los nobles de los linajes de arriba y de abajo, concedió la huerta de la merced, la regulación de las casas del pecado, ordenó el desmoche de todas las torres palaciegas y de los elementos ofensivos y defensivos que tuvieran, etc.
El 31 de julio de 1485 los Reyes Católicos mandan una Real Carta a la villa de Cáceres ordenando se haga reclutamiento para la Guerra de Granada. Cáceres aportó 670 soldados: 600 de a pie (200 ballesteros y 400 lanceros) y 70 de a caballo. Las tropas deberían ir agrupadas en quadrillas de 50 hombres mandadas por un quadrillero y que al mando del todo el ejército cacereño fuera el corregidor, los regidores, oficiales y caballeros menores de 50 años, con el pendón de la Villa.
Con la toma de Granada en 1492 se logra la unidad política y religiosa del Reino y los Reyes Católicos inician la expansión castellana hacia Europa y América; las bases del Imperio Español estaban en marcha.
Con el descubrimiento de América y la llegada del oro y plata americanos se produjo un renacimiento en la construcción de los palacios tal y como hoy podemos verlos, produciéndose una aculturación social y económica a todos los niveles entre España y América…..(Continuará).
FUENTE: CRONISTA