POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Hoy es domingo, segundo del caluroso octubre. Cualquier día de la semana es propicio para desayunar unos churros, pero parece que los domingos lo son más. Traigo a mi crónica de hoy la sencillez de esta profesión en la churrería móvil de Yolanda y Fleki. Porque ciertamente en lo cotidiano, en la sencillez está el quehacer de la vida. Llevan casi veinticinco años en el oficio, han planificado su trabajo de manera ordenada: descansan los lunes; los martes, miércoles y viernes se colocan frente al Centro de Salud Montijo-Puebla. El jueves están en la entrada del mercadillo, y los sábados y domingos próximos al restaurante Ranieri, antiguo bar El Portugués.
Puro marketing organizado en la estrategia comercial hacia la el encuentro con la clientela. Basta con observar como los usuarios del Centro de Salud, tras una prueba en ayunas toman café o chocolate con churros reponiendo energías, eliminando así el nerviosismo gracias al reconstituyente churro caliente. Los jueves, ya saben, conversación y compra en el mercadillo. Y en el fin de semana un paquete de churros en la mesa de la convivencia para el desayuno familiar. Yolanda y Fleki, seguid por muchos años sacando de la nafre los mejores churros posibles de Montijo que hoy navegan y borbotean desde la sencillez y amabilidad de vuestro saludable oficio.
Enhorabuena.