Hace mucho tiempo que no escuchaba el viento y nada más.
Y es en el castillo de Sigüenza, en este parador de largos pasillos medievales, donde puede descansar un guerrero.
Después de la dura batalla de ayer donde cada uno de mis compañeros de profesión no sólo sufrieron las inclemencias del tiempo sino a la vez la inhumanidad de una sociedad insociable donde muy pocos se merecen nuestra labor, he acudido al Congreso anual de Cronistas en Sigüenza.
Esta tarde noche será la inauguración oficial pero es en esta celda donde descanso las horas previas donde oigo mi vida o lo que queda de ella.
Aquella que no escucho dentro de un cuerpo atacado por una mente convulsa por lo que le rodea.
Mañana les hablaré, al resto de los cronistas de toda España, de Valdepiélagos.
Si existe el paraíso debe ser un lugar así. Un retiro escondido en una habitación perdida donde solo oigo mi corazón, y el viento.
FUENTE:
@agustindelasheras
@cronistadevaldepielagos