POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS Y ACADÉMICO DE LA R.A.C.V.
La calle Norte de Casinos hoy amaneció adornada con guirnaldas, globos y gallardetes porque la Tia Rogelia cumple cien años. Esta mujer centenaria ha llegado hasta el día de hoy repleta de vitalidad y energía.
Rogelia, su esposo Alberto y sus dos hijos Alberto y Rafael, han habitado esa casa desde los primeros años de la década de 1970. Hoy nuestra centenaria vive en su hogar rodeada de fotos y recuerdos que son sus compañeros de viaje durante una vida.
Cuando he llegado a felicitarla estaba radiante, orgullosa de los regalos que hoy ha recibido: una placa dedicada de la Asociación de Jubilados de Casinos, en cuyas actividades participa, varios ramos de flores y prendas de vestir, aunque de lo que más feliz se sentía era de la felicitación de sus hijos, nietos y biznieta.
Rogelia siempre abandera el buen humor. Cien años y estar en plenas facultades mentales dan mucho de sí. Esta tarde hemos recordado momentos de esta vida. Cuando le he preguntado que es lo que más ha marcado su vida, ha respondido que “su marido, Alberto”que trabajaba en la Gravera y hemos hecho memoria del momento de la muerte de su marido.
Rogelia tenía el gran disgusto de la pérdida de su esposo, aunque el disgusto se incrementó al caer Rogelia en el suelo y se destrozó la cara, que estaba llena de hematomas y heridas. Nuestra centenaria no pudo acompañar en el último viaje a su esposo. Y ella se lamentaba diciendo: “-¡Yo qué voy a todos los entierros y que no pueda ir al entierro de mi marido!” Hoy lo hemos comentado entre sonrisas pero en aquel momento estaba muy apenada.
Rogelia ha sido una madre para sus hermanos: Tomás, José María que siempre estuvo tan vinculado a la Banda de música, Joaquín y Salvador casado con Inés, con el que ha compartido vecindario a lo largo de estos años. Rogelia siempre al lado de sus hermanos y sobrinos.
Cuando pasó la pandemia en el año 2020 fui a visitarla una tarde y estuvimos recordando con ella y con Inés los teatros de 1985, que para tener buen sitio y entrar las primeras, los domingos para la sesión de tarde, hacían la paella en las inmediaciones del teatro… cuantos recuerdos.
Me impactó una reflexión de Rogelia al comentarme que le pedía al Cristo, que cuando le llegara la hora de su muerte que no fuera por la noche, para evitarles el disgusto a los hijos de encontrársela sin vida a la mañana siguiente, ella no quiere dar ese susto y es la petición que le hace con lágrimas en los ojos al Cristo del Salvador del Cabañal cuya imagen Peregrina ha visitado algún domicilio de Casinos y Rogelia aprovecha esta visita para implorar este favor.
Hoy es un día grande, la satisfacción de nuestra homenajeada es victoriosa, celebrar un centenario es motivo de gozo para todos y sobretodo cuando lo celebra una mujer que va por la calle, saluda a todos y pone la nota de humor y alegría allá por dónde pasa.
Felicidades Rogelia y que cumplas muchos más con la misma salud que hoy disfrutas.
FUENTE: https://valencia.elperiodicodeaqui.com/epda-noticias/rogelia-gabarda-murgui-cumple-cien-anos/328209