POR JOSÉ MARÍA FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Todo 19 de octubre es para los ovetenses -y, por extensión, para toda la asturianía- una fecha importante: es EL DÍA DEL DESARME.
Una celebración, más gastronómica que histórica, inventada por nadie sabe quién, ni cuándo, ni cómo, ni dónde.
Unos dirán que es el recuerdo de la victoria que lograron las tropas realistas (fieles a Isabel II) frente a las carlistas, en los extramuros de Oviedo, un 19 de octubre de 1836.
Este triunfo le valió a la ciudad capitalina el título de BENEMÉRITA, según decreto de 9 de enero de 1837.
Otros dirán que no fue tal el caso, sino que realistas y carlistas -asturianos ellos- decidieron celebrar, a modo de alto el fuego, una comida de confraternidad en las praderías de Llanera y lo que se gestó con buenas intenciones resultó ser una emboscada en la que los realistas, aprovechando el jolgorio de la comida, desarmaron a sus enemigos los carlistas.
Una tercera versión remonta el suceso al año 1856 y con los campos de Llanera como protagonistas: allí fueron apresados los milicianos y su armamento mientras comían tranquilamente su rancho de cuartel: GARBANZOS CON BACALAO.
¿Cuál es la verdad histórica?
Pues la que confirma que desde hace muchísimos años los ovetenses, en reunión popular y democrática, celebran festivamente un ignoto Desarme con este invariable menú; GARBANZOS CON BACALAO Y ESPINACAS, CALLOS Y ARROZ CON LECHE.
Hoy les contaré cómo preparo yo el «primer plato».
Los garbanzos, previo remojo en agua durante 10-12 horas, cuecen en agua con un chorro de aceite, una cebolla, una zanahoria (enteras), un trozo de tocino y un trozo de gallina que, cuando están cocidos los garbanzos, se retiran.
Aparte, en sartén con aceite, hago un sofrito con cebolla al que sumo sal y pimentón; agrego las espinas y las salteo en el sofrito, añado salsa de tomate, da unos hervores y llevo todo a los garbanzos.
Hierve el conjunto, incorporo el bacalao (ya desalado) cortado en trozos medianos; prosiguen los hervores unos 5 minutos más y reposa el guiso, al lado del fuego, durante casi 1 hora.
En el momento de servir incorporo trozos de huevo duro.