POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
El 1 de noviembre la Iglesia Católica celebra la festividad de Todos los Santos, en referencia a todos los difuntos que gozan de la presencia de Dios, hayan sido canonizados, beatificados o no, permaneciendo, en este último caso, en el anonimato.
Y para honrarlos, se visitan y se engalanan los cementerios o camposantos. Aunque el día ha estado muy desapacible, con lloviznas intermitentes, han sido numerosos los fieles que han acudido un año más al de FUENTEPIÑEL siguiendo la tradición.
Y hablando de tradiciones, uno recuerda cuando siendo un niño, tal noche como la de hoy un grupo de hombres (el señor José Martes, Ignacio García, Tomás y Félix San Felipe,…) subían al campanario de la torre y hacían sonar las campanas a clamor durante toda la noche. Previamente, por la tarde, algunas mujeres (la señora Inocencia Gozalo, que yo recuerde) salían por el pueblo a pedir limosna por las Ánimas. Estas tradiciones hace muchas décadas que se han perdido, pero aquí dejo constancia de ellas.