POR LUIS YUSTE RICOTE Y JAVIER NÁJERA MARTÍNEZ, CRONISTAS OFICIALES DE PARACUELLOS DEL JARAMA (MADRID)
Han pasado ya varios días desde que los paracuellenses han celebrado Halloween, el día de todos los santos o el día de muertos. Los que han elegido la fiesta pagana, a estas alturas de mes habrán guardado los disfraces de zombis, momias, vampiros, muñecos diabólicos… hay uno que queremos comentar antes de guardarlo. Aunque parezca otra cosa estamos decididos a encontrar la bruja de Paracuellos.
En nuestro municipio existe un lugar cuyo topónimo es Cueva del Río o de la Bruja. Indagando un poco en las descripciones de los siglos XVI y XVIII existentes de Paracuellos encontramos en las relaciones de Felipe II de 1579 no se la nombra como tal comentando: “baxo de este pueblo como a las dos después del mediodía en aquel derecho en la orilla del rio a la mesma legua del agua esta una cueva muy grande labrada toda en piedra viva, que nunca le han podido hallar el cabo, que no se puede entrar a ella sino es por el agua, cabe un hombre a caballo dentro”. La primera vez que se nombra la cueva como de la bruja lo encontramos en la correspondencia entre Linneo y Celestino Mutis en 1761, momento en que hay una obsesión y persecución de estas mujeres a lo largo y ancho del continente europeo. Así pues, deducimos que es en este periodo cuando vivió la mujer que buscamos.
Aunque todos tengamos en el pensamiento que los documentos cuentan la verdad y solamente la verdad, encontramos que también omiten ciertas cosas, ya sean personas o lugares. De este periodo tenemos el Cuestionario del Marques de la Ensenada, realizado en Paracuellos el 4 de febrero de 1753, el cual vamos a utilizar intentado buscar alguna referencia u omisión sobre la posible bruja que ha dado sobrenombre a la Cueva del Río. Si bien es cierto que no hay ninguna referencia sobre esta persona, vamos a ver si se les ha olvidado citarla.
Este cuestionario en su pregunta 21 intenta saber de qué número de vecinos se compone la población, a la que los vecinos contestan que 80 (aclarando que el número de vecinos es el de unidades familiares, con varón como cabeza de familia) y en la 36 intenta saber cuántos pobres de solemnidad habrá́ en la población (en este segmento se incluyen viudas y cabezas de familia que no pueden trabajar entre otros), que contestan que hay 10. En la pregunta 22 se cuestiona cuántas casas habrá́ en el pueblo, qué número de inhabitables, cuántas arruinadas, comentando que hay 82 más 4 arruinadas y 3 inhabilitadas.
Es hora de hacer cuentas, existen 80 vecinos más 10 pobres de solemnidad, total 90 unidades familiares. Hay 82 casas, más 4 arruinadas y 3 inhabilitadas, con un total de 89. Citan a cuatro mujeres, posiblemente viudas que se dedican 2 a la ganadería (María Rodríguez y Bernarda Herranz) y que probablemente vivan en las dos casas que faltan como unidad familiar, así como otras dos que viven de la trajinería (María Aguado y María de la Villa) que por su condición viajera es probable que vivan en casas arruinadas: total 84 de las 89 casas existentes. Así pues, tenemos que el resto de pobres de solemnidad que viven en las otras dos casas arruinadas que nos faltan y las 3 inhabilitadas.
Pero sigue faltando una persona ¿es la bruja? Sabiendo que en esa época se consideran dos tipos de bruja ¿qué tipología tiene? En caso de que hubiera sido una autentica bruja como la que tenemos en mente que tiene pactos con el diablo, vuela sobre escobas de Retama o alcahueta, habría dejado registro en algún auto de fe o bien en el registro judicial de Paracuellos del archivo histórico. Pero esto no es así, o por lo menos si existió el documento no ha llegado a nuestros días.
Sabiendo que el lugar que lleva el topónimo de Cueva de la Bruja es un lugar donde las plantas herbáceas, en especial de matorral, son abundantes probablemente sea una mujer haya practicado la botánica y que no le ha quedado otra forma de vida como curandera o similar, hechicera o practicante de la nigromancia y que en este caso no sería perseguida en por la sociedad de la Edad Moderna. Una persona que ha sido excluida socialmente o bien por no tener cabida en el ámbito social o bien por su condición de personal mayor, pues la gerontofobia era palpable en ese momento.
Por nuestra parte, podemos guardar el disfraz de bruja, sabiendo que en Paracuellos haberla la hubo y que tuvo que vivir una exclusión social ganándose el título de bruja extraoficialmente.