POR JUAN INFANTE MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPEÑAS DE JAÉN (JAÉN)
En la Fiesta de la Matanza, que desde hace veinte años organiza la cofradía gastronómica El Dornillo en Valdepeñas de Jaén, con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación Provincial, cabe destacar la muestra gratuita con degustación de tapas de la matanza; el pregón de la comunicadora gastronómica Carmina Martínez; los nombramientos de las matanceras de honor y el embajador del aove de Andalucía de la Federación Andaluza de Cofradías Gastronómicas; la investidura de nuevos cofrades de honor; el hermanamiento de “El Dornillo” con la cofradía gastronómica del Atún de Portugal; el vistoso desfile y el popular almuerzo, así como las tapas y raciones de los bares locales. La clave del éxito de esta fiesta radica en la complicidad e implicación de la sociedad civil del pueblo, especialmente de sus asociaciones culturales: el Centro de Participación Activa, las Asociaciones de Mujeres Ranera y Las Fulleras, la Asociación de Personas con Discapacidad Los Jilgueros, Ticana Teatro y la Charanga Dando la nota, que logran que los días 11 y 12 de noviembre sean unas jornadas repletas de degustaciones gastronómicas, de cultura, de música, de colorido, de bailes, de desfiles, de teatro callejero, de compañerismo, de convivencia y de experiencias inolvidables.
A mí, la actual fiesta me trae recuerdos de la infancia en los que, de repente, al levantarte una mañana, un olor inconfundible a cebolla cocida que inundaba las calles del pueblo te avisaba del inicio de la matanza. Durante tres días, se preparaba la despensa del año: salazón de jamones y tocino y elaboración de embutidos como la morcilla, el chorizo, el salchichón y la butifarra. Me encantaba el olor de las especias de la morcilla: el clavo, el comino, la canela, la matalahúva, la pimienta, pero, especialmente, disfrutaba jugando con otros niños con una improvisada pelota que hacíamos con la vejiga del cerdo. El cocido, las pajarillas y las chicharras no faltaban durante esos días, y una vez colgados los embutidos, y alrededor de la lumbre, los chistes, el cante y el baile, ponían el punto final a la fiesta.
FUENTE: https://www.diariojaen.es/opinion/articulistas/la-fiesta-de-la-matanza-GY9436190