POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS).
Permitanme empezar mi comentario contando una batallita.
En 1807 , tiempos del Emperador Napoleón Bonaparte , en plena guerra entre Francia y Rusia y año en que se libro la batalla de Eylau , el barón Dominique Jean Larrey (1766-1842) , médico jefe de las tropas francesas, aconsejó a los soldados , hambrientos , abastecerse con la carne de los caballos muertos en el combate.
Desde entonces el consumo de carne de caballo , y mejor si es de potro , alcanzó alta popularidad en Francia y rápidamente se extendió por toda Europa.
Más aún. Los expertos nutricionistas observaron que esta carne era más dulce , más tierna, más nutritiva , más rica en proteínas y más baja en grasas que las carnes de vaca o de cerdo.
Y más barata , que es dato importante a tener en cuenta.
No sé si ustedes lo recordarán. Pero en tiempos de posguerra civil y de «recuperación económica » (años 1945 – 1970) se aconsejaba a los niños «debiluchos» tomar diariamente un vasito de JUGO DE CARNE DE CABALLO. El de mejor calidad se obtenía friendo en sartén , vuelta y vuelta , trozos de carne de caballo (la mejor era la de la parte del cuello) y exprimiendo con una prensa especial para ese uso.
Bueno , bueno , bueno…
Pues les cuento.
Yo siempre fui muy aficionado a las CHULETINAS DE POTRIN ,fritas sin rustir y acompañadas con mostaza de Dijon.
Nunca comí esa carne guisada al modo tradicional , si bien -hace muchos años – había probado la de BURRIN en Gijon. Creo que ahora está prohibido el sacrificio de asnos (burros) para proteger esa raza.
Y ayer , cosas de la vida , encontré como oferta en un supermercado , CARNE DE POTRIN ASTURIANO ya cortada y dispuesta para su guisado.
¡Ah , demonios. Esta es la mía! , me dije.
Y hoy en CASA PRUDO ya tenemos una comidina de otoño muy prestosa y llena de recuerdos : un picoteo de JAMÓN SERRANO , popular y muy sabroso, un GUISO DE CARNE DE POTRIN y como postre Requeson con MIEL DE BOAL.
Así preparamos el guiso :
.- Ya en casa , eliminamos algunas pequeñas impurezas (nervaciones , telillas..) de la carne, la lavamos , secamos y adobamos con ajo y un poco de sal. Reposo durante 15 minutos.
– Freímos la carne en aceite de oliva , vuelta y vuelta, y la llevamos a una tartera.
.- Agregamos un pisto hecho con cebolla , pimiento verde y rojo y bautizamos con un buen chorro de brandy.
– Cuece todo a fuego moderado, se rectifica de sal , reposa y …¡a comer!.
Nosotros acompañaremos con patatas fritas y un vino tinto, crianza , de Toro (Zamora).