POR CARLOS AZNAR PAVÍA, CRONISTA OFICIAL DE LA VILLA DE ASPE (ALICANTE)
Verónica, el significado del nombre es Verdadero Icono de Cristo, de ahí viene el nombre de la Santa Mujer Verónica citado en los Evangelios apócrifos.
Entre las devociones que tienen por objeto la contemplación de los sufrimientos de Cristo en su Pasión y Muerte, se da la del Via-Crucis, según el sentir de Benedicto XIV. Por concesión de los Papas, se ganan haciendo bien el Via-Crucis las mismas indulgencias que se ganarían visitando personalmente la estaciones que anduvo Cristo cargado con la Cruz, desde la casa de Pilatos hasta el Calvario. La sexta estación dice así: “La Verónica enjuga el rostro de Jesús” esta estación nos recuerda el arrojo y valentía, pero sobre todo la caridad y la compasión de esta mujer de la que mucho se ha escrito, por abrirse paso entre la “chusma” y llegar hasta Jesús.
El nombre de esta santa y heroica mujer es una incógnita, en Jaén y en otros lugares de la cristiandad la veneran con el nombre de Santa Marcela. En un relato con el título “Serafia y Ana” aparecido en el número 8 de esta esta revista “El Monte”, su autor la describe como “una mujer de elevada estatura” y como todos destaca las virtudes antes mencionadas, pero en el relato muy documentado (por cierto), le da el nombre de Serafia.
El lienzo que porta la Verónica en cualquier punto donde se represente la Pasión de Cristo, y que según la tradición se conserva en el Monasterio de Santa Verónica de Alicante, es una de las reliquias de la cristiandad, que origina una multitudinaria romería todos los años, el jueves posterior a la festividad de San Vicente Ferrer, y la fe que le profesan está fuera de toda duda.
Siempre he sentido curiosidad por la devoción que los alicantinos tienen por esta reliquia, curiosidad porque detrás de un hecho milagroso siempre hay una hermosa leyenda, aunque la mayoría de las veces se confunde leyenda y realidad, pero lo que no me imaginaba es que leería la narración completa de todas las vicisitudes que tuvo que pasar la Sagrada Reliquia hasta llegar a Alicante, escrita por un aspense ilustre: Vicente Calatayud Bonmati.
Se preguntarán cómo llegó este documento a mis manos, pues de la forma más sencilla, el Periódico Información de Alicante rescató del archivo municipal, un periódico antiguo “El Alicantino”.Éste era un número especial con motivo de celebrarse en junio del año 1889 el IV Centenario de la llegada de la Santa Faz a Alicante, Información lo rescato al celebrarse el V Centenario en el año 1989. Cien años después Vicente Calatayud, les volvía a recordar a los alicantinos las raíces de sus tradiciones aportando tan valioso relato, cuando él vivía en Alicante ejerciendo su cátedra de latín, y a los 81 años de su muerte ocurrida en Aspe, el 25 de julio del año1909, un año después de haber dirigido y fundado la Revista “La Serranica”. Aél también se le debe la primera Corona Poética a la Virgen de las Nieves en el año 1886.Vicente Calatayud fue también el fundador y director del periódico antes citado de Alicante.
Si el lector está interesado en el personaje, encontrará información sobre su trayectoria política y literaria en el libro, “Aspe Medio físico y Aspectos Humanos”, en una semblanza que hace de él Salvador Pavía.
A periodistas, historiadores y escritores, que han escrito sobre la tradición de la romería al Monasterio de la Santa Faz o para cualquier tema relacionado con esta celebración, Vicente Calatayud les abrió el camino, no hay más que ojear un periódico cada año cuando llega ese “Jueves Mágico” cómo ellos le llaman. He escogido un artículo del Periódico “las Provincias” escrito por Manuel Esteban, porque viene parte del relato de Vicente Calatayud, el relato completo es demasiado largo:
“En la Provincia de Alicante somos muy dados a las tradiciones y sobre todo, a las que se refieren a nuestras creencias y fe. Una vez que ha pasado la Semana Santa y unos días después de la Festividad de San Vicente Ferrer. Llega el jueves mágico para los moradores de esta urbe, el día en que todos juntos como una piña nos encaminamos en romería la Real Monasterio de la Santa Faz, situado en el caserío de su mismo nombre.
Los peregrinos partimos desde la Concatedral de San Nicolás con la comitiva oficial hacia este lugar, aunque las personas se encaminan de todos los puntos geográficos de la ciudad y de la provincia para venerar una vez más el Lienzo Sagrado, donde quedo grabado la cara del Señor, cuando iba camino del Calvario a ser crucificado, por el único delito de ser un revolucionario de su tiempo. Ya que predicaba la igualdad entre sus semejantes, el perdón, la ayuda desinteresada a sus semejantes sin pedir nada a cambio, rompiendo con todos los moldes morales y éticos de unos tiempos donde el Imperio Romano predominaba en el mundo conocido. Israel era un pueblo invadido y oprimido, donde sus gobernantes políticos y religiosos ejercían muy poca presión contra los invasores.
La historia local nos cuenta: que a finales del XV el sacerdote Pedro Monsén Mena, fue a Roma invitado por el prelado, allí le regalaron un lienzo en el que estaba grabada la cara de Jesús. El sacerdote a su regreso a estas tierras, no pensó que era el paño sagrado y lo guardo en el fondo de un baúl, para que no se estropeara. Se dice que cuando el cura abría el baúl, se encontraba el lienzo desplegado y encima de su ropa, quedando perplejo. El clérigo metía otra vez en el fondo del arca el lienzo y cuando volvía a abrir el baúl, el paño estaba de nuevo encima de la ropa y así varias sucesivamente veces. Esto se interpretó como que el paño sagrado quería estar expuesto y no escondido. Hubo una gran sequía en el año 1489 y se sacó el lienzo sagrado en procesión y rogativa, lloviendo al poco tiempo. También se atribuye a la Santa Faz, su protección en el espectacular incendio de la fábrica de tabacos de la ciudad de Alicante donde no hubo que lamentar ni una sola victima”.
Por todo lo expuesto los alicantinos tienen una especial devoción a la Faz Divina impregnada en este paño santo. El capellán del monasterio Alicantino, José Luis Casanova está tratando de que la Santa Faz entre en la red de investigación y difusión de las reliquias relacionadas con la pasión de Jesucristo. Cases, es el responsable del monasterio, también propone el aprovechar que en Valencia se sitúa el Centro Español de Sinología para divulgar este lienzo en la línea de la Sábana Santa de Turín o el Sudario de Oviedo. El capellán también ha expuesto que existen tres santas faces, que se corresponderían con los tres pliegues del velo con el que la Verónica secó la cara del Mesías, camino del Calvario. Las tres piezas son la Santa Faz que se venera en Alicante desde el año 1489; la que estaba en el Vaticano y posteriormente se trasladó a la región de Abruzzo; y la que dio lugar a la construcción de la catedral de Jaén.
El capellán Casanova, también explicó en su momento, que él se dio cuenta de la importancia de la reliquia que se guarda en Alicante, cuando en el año 2008 el Papa fue expresamente a la región de Abruzzo, para venerar esa parte del lienzo.
Mi intención con este artículo es que Vicente Calatayud esté presente en en este Boletín de la “RAECO” de gran difusión Me hubiese gustado trascribir la narración completa de la Santa Faz, pero los interesados en el pueden leerlo en las fuentes citadas.
FUENTE: C.A.P.