POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRÉS-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Entre las muchas calles de Arriondas que se encuentran en obras de profundo calado (nunca mejor dicho) dentro del monumental plan de defensa de la villa frente a las avenidas de los ríos Sella, Piloña y Chico se encuentra la calle o travesía de «El Sucón», nominada calle Ramón Menéndez Pidal desde hace más de cinco décadas sin saber el porqué del cambio de nombre, puesto que en este caso -como en otros lugares que ya tenían su nombre desde tiempos remotos- se envían los mismos a la papelera de la historia local y se les cambian por otros (muy honorables, sí), pero que no vienen a cuento más que porque un alcalde, concejal o vecino tiene la ocurrencia y los demás callan o aplauden.
Así es que -la que citamos hoy aquí- que debería llamarse calle o travesía de «El Sucón», pasó a ser calle Ramón Menéndez Pidal (como podía haber sido calle Pelayo, Jovellanos, Antonio Machado, Emigrantes, Juventud, o vaya usted a elegir entre tantos nombres propios de famosos u otras opciones.).
En el año 1958 Maximiliano García Peláez puso en marcha -con gran éxito- la popular empresa «Panificadoras Reunidas del Sella», edificio levantado al final de esta calle.
Antonio Argüelles Díaz, de Infiesto, le compró un solar a José Aquilino Pando en el lugar conocido como “El Sucón” con la finalidad de edificar una nave para dedicarla a un cine, con ese motivo firmó un concierto con el Ayuntamiento por un plazo de cinco años, a razón de 7.500 pts. anuales.
La intención era que este cine iniciase sus funciones en mayo de 1958, pues esa era la condición municipal, aunque no inició sus proyecciones hasta el año 1961.
Hasta ese año había sido el cine “Peñasanta” (antes “España”) -situado en la calle Ramón del Valle- el protagonista de tantos eventos cinematográficos, homenajes, asambleas, y otros actos sociales y políticos.
Posteriormente este local -reformado- pasaría a ser sede de la «Mueblería Suárez», o a convertirse en una discoteca… hasta hoy.
También en esta calle instaló un tostadero de café Antonio Álvarez Vázquez; estuvo el almacén de vinos Moutas y -en el año 1968- la Corporación Municipal de Parres decidió solicitar a la Compañía Telefónica Nacional que procediese al cierre y derribo del pequeño edificio que había construido en terrenos propiedad de José Aquilino Pando, en el barrio y calle «El Sucón», por carecer de belleza estética para el lugar ya céntrico donde se encontraba.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez