Creo que ya sé cómo suena el viento en el cielo, y cómo cantan los ángeles.
No pensaba que tras ver el ocaso con la silueta del cerro de San Pedro el frío se transformaría en calor.
Sabed que el primer patrimonio de Valdepiélagos son sus gentes y cuando se ponen de acuerdo para crear algo que nos llegue, transforman la nada en bienes de interés cultural.
Hace unos días fue el Belén Viviente. Hoy ha sido escuchar la rondalla y su coro.
Nada más que me he sentado frente a ellos he dejado que me hicieran volar en un sueño despierto.
El «Adeste Fideles» me ha levantado ya los pies del suelo y me ha acercado a la verdad de la rondalla, de la que me considero fiel.
El primer villancico me ha hecho retroceder al renacimiento, «Es el dia de los Reyes».
Y luego nos han transportado a las marismas rocieras con «Al portalico claro».
Entonces he seguido otra letra:
«Las casas del nacimiento son de papel,
mire usted que gracia.
Y las montañas también,
mire usted, mire usted, mire usted…
Los ángeles son de barro,
la Virgen y San José,
de barro las ovejitas,
la mula y el buey,
y de madera “tallá”,
Melchor, Gaspar y Baltasar… «
Y como de un rey mago se tratara, el del laud se ha arrancado a cantar:
» Pero el Niño que está en el portal,
ese sí que es de veras,
ese sí es de verdad,
y ese sí, ese sí que es de veras,
ese sí que es de veras,
ese sí es de verdad.»
Y no, no era un rey mago, quizás fuera Artabán, pero no, si le mirabas de cerca era un edil necesario, Pedro, el alcalde.
» La virgen como es gitana», «Campanilleros» y «El arriero» nos han llevado más lejos.
Y mientras, un serafín entre tantos ángeles, movía micrófonos y afinaba instrumentos, haciendo que el coro se sentara o se levantara, y el público aplaudiera o callara. Ángel es el motor de esta rondalla, director de todo y de cada detalle.
Y la tristeza de Maria, la portuguesa, nos ha expresado lo que se puede sentir cuando se pierde un amor.
¡Fado! Porque me faltan sus ojos
¡Fado! Porque me falta su boca
¡Fado! Porque se fue por el río
¡Fado! Porque se fue con la sombra.
Y luego hemos torcido y girado hacia la corte de Borgoña del siglo XV, con una danza francesa: «El tourdion».
La última melodia ha sido el pasodoble «A Valdepiélagos». Todos la han cantado y yo aún la tarareo.
El fandango de Maribel y el «Piensa en mí» de Macarena ha sido un auténtico regalo.
A Claudia la esperaremos unos años hasta que nos regale su voz. Es la más joven y hay que cuidarla.
Y el final ha sido el Feliz Navidad con el Sobreviviré como deseo de todos.
Este año nos han traído un regalo, de nuevo, a Valdepiélagos. Un obsequio que ya no podemos olvidar. Y que debemos agradecer a esas voces y a quien toca esos instrumentos, que dirigidos por su director conforman la Rondalla y Coro «San Isidro» de Valdepiélagos.
Nuestro agradecimiento a:
Coro
Pilar, Mari Cruz, Angelina, Celia, Maribel, Mari Mar, Fina, Macarena, Claudia, Giulio .
Guitarras. Eva, Luz Maria.
Bandurrias.
Daniel y Mari Carmen.
Laudes.
Pedro y Nuria.
Director.
Ángel Fuentes
Hasta el próximo año.
@agustindelasheras
@cronistadevaldepielagos