POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFIICAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
En un muro virtual leí esta paradoja, un punto reaccionaria, escrita acaso por alguien de arraigadas convicciones: «Feliz Año y no te pases de la raya».
Yo con nacer ya me pasé de la raya, y al año y pico de edad volví a propasarme al saltar las rejas de mi cuna para ir a meter la pata en la olla de agua hirviendo que mi madre había puesto debajo…