POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Una de las series más admirables, singulares y recientes de la paleta magistral del mexi-praviano Xavier Carriles, es la de los coches.
Aquí la puerta de rejas, la fantástica barda y su bajorrelieve de musas emplumadas o de cabareteras de alabastro; la luz, más misteriosa que la sombra; un fulgor lejano y el descapotable con tracción a champán. Un hombre espera a la conductora, culo en capó; además de la botella, trae un tocho bajo el brazo, mientras ella, sin detenerse, busca las llaves del vehículo en su bolso, o una copa.
Todos los elementos concurren para alguna celebración crepuscular al borde de la acera y de la soledad; aguardan hasta las burbujas, en el turbador equilibrio de este lienzo.