La zona, conocida en toda España por acoger etapas de la Vuelta Ciclista, recibe su nombre por el lago situada en el corazón de la sierra del Aramo. Constituye un espacio natural de gran belleza ubicado entre algunas de las cimas más importantes de esta sierra, como el Gamonal, el Moncuevu y el Barriscal. Hasta allí llega la carretera local procedente de La Vega de Riosa, la forma más directa de acceder al pico Gamonal, a 1.712 metros de altitud.
Por otro lado, la tradición ganadera riosana queda reflejada en citas tradicionales como la Feria de Nuestra Señora del Rosario. El certamen ganadero se ha celebrado habitualmente en los terrenos de La Pumarada, en las proximidades del cruce que da acceso al puerto del Angliru. El certamen ofrece importantes premios en varias categorías y se realiza en el marco de las fiestas del Rosario.
Riosa forma parte por derecho propio de la historia minera de Asturias, con el inicio de la actividad a mediados del siglo XIX con las Minas de Porció, dedicadas al carbón. La necesidad de abastecer a la Fábrica de Armas de Trubia provocó que en 1846 se comenzase a extraer el mineral, una actividad que después se trasladó al Valle de Canales.
Entre 1900 y 1901 se construyó la primera línea de ferrocarril entre El Rebollal (Riosa), que pasaba por el Valle de Canales, y La Raíz (Morcín). El tren llegaba a Mieres a través del «Túnel de La Boqueriza». en el valle de Loredo. El ferrocarril llegaba hasta un lugar estratégico en la explotación conocido como «Ana María».
En 1883 comenzó a construirse el poblado minero de Rioseco, en la falda del Aramo. Gracias a esas minas llegó el tendido telefónico a Riosa y se construyó la carretera hacia Lena. El poblado está formado por cinco edificios: oficinas, cantina, economato, viviendas, cuadras que forman un conjunto arquitectónico de estilo inglés con su típico ladrillo rojo. Todo el conjunto es un magnífico ejemplo de arquitectura industrial