POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMÍNGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS (CÁCERES)
Mi buen amigo Juan Carlos López Duque, periodista y cronista oficial de Cabezuela, me facilita un documento en dos hojas, escrito a máquina, sacado de los archivos de un tío suyo párroco que fue durante años de la iglesia de San Nicolás, en el que mi tío abuelo, el obispo de Plasencia y señor de la villa de Jaraicejo, don Feliciano Rocha Pizarro, primo hermano de mi abuelo paterno José Rivero Pizarro, natural de Hinojal, del que tengo el honor de ser su cronista oficial, autorizó el 8 de marzo de 1941 un oratorio privado a nombre de doña Julia García Cañas y de su hija doña María Dávila García.
Aquí el documento completo:
En virtud de las facultades que por BREVE Pontificio de 4 de febrero de 1941 se Nos confiere y constándonos que el local que la señora Doña Julia García Cañas y su hija la señora Doña María Dávila García tienen destinado para Oratorio está en un todo conforme con las prescripciones de los cánones 1192-1196 del Código de Derecho Canónico, y con las Sagradas Rúbricas, venimos en conceder y concedemos a las mencionadas señoras Doña Julia García Cañas y Doña María Dávila García privilegio de Oratorio privado en el cual, sin perjuicio de los derechos parroquiales, mientras vivan y habiten en el mismo domicilio, puedan mandar sea celebrada en presencia de cualquiera de ellas una Misa cada día del año, exceptuando los días de la Natividad y de la Resurrección del Señor y Asunción de la Santísima Virgen, por un Sacerdote secular, debidamente aprobado, o regular con licencia de sus Superiores, cumpliendo en dicho Oratorio con el precepto eclesiástico de oír la Santa Misa los Domingos y días festivos, no solo las expresadas Doña Julia García Cañas y Doña María Dávila García, y el ministro que asista al Sacerdote celebrante, sino también los consanguíneos y afines que habiten con ellas, los huéspedes y criados que tuvieran, pudiendo recibir la Sagrada Comunión en el mismo Santo Sacrificio.
Dado en Nuestro Palacio Episcopal de Plasencia, firmado por Nos, sellado con el de Nuestras armas, y refrendado por el infrascrito Canciller Secretario de Cámara y Gobierno, a ocho de Marzo de mil novecientos cuarenta y uno.
Feliciano, Obispo de Plasencia
Por mandado de S.E. Rvdma.
el Obispo mi Señor
Florián Miranda
Poco he podido averiguar, por el momento de estas dos señoras madre e hija.
Según el blog de Pablo Vela Jiménez sobre Historia de Baños de Montemayor, a doña Julia, el Ayuntamiento le compró unos terrenos para construir las escuelas: Esto dice Pablo Vela: Este mismo año (1928) se tuvo que adquirir por parte del ayuntamiento el trozo de huerto y casa que al sitio de Los Linares tenía Julia García Cañas, por ser indispensables para la construcción de las escuelas graduadas, por resultar insuficiente con el trozo o huerto primeramente tomado a la misma señora. El total de la compra fue de 2.000 pesetas pagadas a partes iguales entre la Junta del balneario y el ayuntamiento.
Ese mismo año, doña Julia García Cañas viajó a Madrid, y según el periódico de Madrid “El Debate” del domingo 9 de diciembre de 1928, en su sección “Crónica de sociedad. Viajeros” informó que salió para Plasencia.
Y, por último, en el “Movimiento Nobiliario” de 1939 se informa que el 22 de febrero de 1939 falleció en Plasencia (Cáceres) don Eduardo Silva Gregorio, a los 57 años. Esposa, doña María Dávila García Cañas. Hijos, María del Pilar, María Teresa, Julia, Juana, Socorro, Felipe y José Luis. Hijo político, don Pedro Sánchez Ocaña Delgado. Nieta. Madre política, doña Julia García Cañas (viuda de Dávila). Tía, doña Eudoxia Gregorio (viuda de Olleros). Primos. Fue enterrado en Puerto de Béjar (Salamanca)