PARTICIPARON EL CRONISTA OFICIAL DE ORIHUELA (ALICANTE) ANTONIO LUIS GALIANO PÉREZ,Y MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
Aprovechando su intervención en el sexagésimo aniversario de la Real Orden de San Antón, el magistrado oriolano Luis Miguel García Lozano, reivindicó la necesaria apuesta que por las instituciones debe realizarse de manera decidida por ampliar los campus de la Universidad de Alicante y UMH en Orihuela, y promover la implantación de nuevas titulaciones a fin de consolidar la presencia y ambiente universitario en el municipio.
El marco singular del Colegio Santo Domingo (Universidad Histórica de Orihuela) ha sido, un año más, el escenario del acto de investidura de sus nuevos miembros y también sirvió de altavoz para reivindicar más presencia universitaria en la ciudad. Los distinguidos en esta edición han sido: Juan Martínez Tomé, ingeniero agrónomo, director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela (UMH); Luis Miguel García Lozano, magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, doctor en Historia; Manuel González Ramírez, cronista oficial de la ciudad de Zacatecas (México) como Caballeros de San Antón, así como a María Ángeles Esteban Abad, catedrática de Bilogía Celular de la Universidad de Murcia, como Dama de San Antón; y a la Casa de la Caridad de Orihuela como Institución de San Antón.
Tras la lectura del acta de la reunión del Capítulo de Gobierno de la Real Orden por parte de su canciller-secretario, Julio Calvet Botella, el maestre Antonio Luis Galiano Pérez pronunció su discurso de justificación de los méritos que concurren en cada uno de los distinguidos, al tiempo que resumió las principales actividades culturales y sociales realizadas por miembros de la Orden a lo largo del pasado año. Y dijo: “Un año más, la historia y la tradición de la Fiesta de San Antón están presentes en este acto y, en esta ocasión vamos a dirigir la vista atrás y situarnos hace veinticinco lustros: Corría los primeros días de 1899, y como era tradicional el 17 de enero se celebró la romería a San Antón que, transcurrió con mucha asistencia de gentes de la ciudad y la huerta, no registrándose ningún incidente desagradable. Como siempre la rifa del cerdo estuvo presente, siendo en esta ocasión un ejemplar que pesaba 173 kilos en limpio.
El sorteo del cerdo fue presidido por el Señor de San Antón designado por el Cabildo Catedral en ese año, concretamente el canónigo lectoral Muy Ilustre Sr. Don Francisco Díe Pescetto. La agraciada fue la madre del canónigo Don Luis Espuche”.
Pero, acercándose más en el tiempo, Galiano Pérez recordó que hace sesenta años, en la mañana del 17 de enero de 1964, se reunieron en el Casino Orcelitano los componentes del Club de Prensa, Radio y Televisión de Orihuela para proclamar las personas en las recaerían por primera vez el nombramiento de Caballeros de San Antón.
En esa reunión fueron proclamados trece Caballeros de San Antón, entre los que recordó a los oriolanos Santiago Guillén Moreno, gobernador civil de Cádiz; Alfonso Sánchez Martínez, redactor de Radio Juventud de Murcia; Juan Fenoll Villegas, corresponsal de Televisión Española; Ramón Navarro López (“Ramonico”), jugador de la Selección Nacional de Juveniles; y José Martínez Arenas, abogado. Una vez concluida la reunión, y levantada el acta correspondiente, los asistentes se desplazaron a saludar al canónigo Jesús Imaz Urcola que aquel año ostentó el cargo de ‘Señor de San Antón’ por designación del Cabildo Catedral.
Y el maestre añadió: “Hace sesenta años, ese 17 de enero de 1964 nacía para la historia lo que hoy es la Real Orden de San Antón de la Ciudad de Orihuela. Durante estas seis décadas, por nuestra parte hemos intentado mantener una de las tradiciones más arraigadas en Orihuela. Así, la Real Orden de San Antón, esta mañana en la Ermita del Santo ha estado presente fundiéndose con los vecinos de ese entrañable barrio. Después hemos compartido mesa y mantel en comensalismo fraternal, teniendo como protagonista a otra de las esencias inquebrantables de esta tierra: el “arroz y costra”, que aunque se empeñen otros, es genuino de Orihuela y la Vega Baja. Y, hemos vivido esos momentos junto aquellos que en este acto van a ser investidos, y que ahora van a ser los protagonistas más importantes para la Orden en el día de nuestro Patrón, que tiene por marco este templo cuajado de arte, centenario, universitario y diocesano”.
En nombre de los distinguidos, el magistrado oriolano Luis Miguel García Lozano, intervino para agradecer los nombramientos. Tras aludir al 60 aniversario que celebra la Orden, dijo que debe tributársele homenaje, “tanto en cuanto, se ha convertido en una de las impulsoras de las fiestas del barrio de San Antón, uno de los más castizos y a la vez, con personalidad más propia y diferenciada de nuestro municipio. El barrio señero. El barrio que da la bienvenida en nombre de nuestra ciudad. El barrio que recibe a todas aquellas personas que vienen hasta aquí. El barrio que todo el año luce bello y verde, entre santo y moro con su eterno jardín que es el palmeral”.
Se congratuló del acierto en la concesión de distinciones a sus compañeros y se detuvo en destacar a la institución del presente año, La Casa de la Caridad, “que dependiente de Cáritas, ha articulado un auténtico entramado de ayuda a las personas que requieren dicha asistencia, con un trabajo incansable y, a su vez, eficaz y fructífero. Desde aquí, quiero simplemente darles las gracias por su labor perseverante, mi enhorabuena, pero también mi ánimo para seguir con ese espíritu de entrega de su personal y de sus voluntarios”.
En su discurso, García Lozano recordó que, como todos los años, inaugura el calendario anual de Orihuela las fiestas del barrio de San Antón, a las que seguirán las de San Sebastián en el medieval arrabal de san Agustín, hoy pleno centro de la ciudad tras los ensanches del siglo XIX. Y añadió: “Con el devenir del tiempo, se ha consolidado como acontecimiento ineludible el nombramiento de nuevos caballeros y damas de la Real Orden que esta tarde nos reúne en el incomparable marco de la Iglesia del Colegio del Patriarca Loazes, sede de la antigua Universidad de Orihuela, único ateneo en el mediodía español desde la Complutense cisneriana, la imperial granadina o la Universidad valenciana, que pese a los envites históricos y la competencia de otros centros, resistió impartiendo su magisterio durante casi tres siglos”.
Hoy en día –continuó Luis Miguel García- ha dejado como herederas dos instituciones: la Universidad de Alicante y la Universidad Miguel Hernández, ambas con sede en nuestra ciudad y a cuyo Claustro, pertenece uno de los caballeros que ha sido nombrado este año. Aprovechando este acontecimiento, me voy a permitir reivindicar la necesaria apuesta que por las instituciones debe realizarse de manera decidida por ampliar los campus de nuestra ciudad de ambas universidades, y promover la implantación de nuevas titulaciones a fin de consolidar la presencia y ambiente universitario en nuestro término municipal”.
Afirmó después que esta ciudad “atesora tradiciones importantes y centenarias”, de las que son ejemplo, precisamente, las fiestas del barrio de San Antón. ”Estas conmemoraciones tenían y tienen un fin en parte religioso, pero en parte, constituían un momento de convivencia entre los vecinos del barrio, pero también la ocasión en la que el mismo se engalana para recibir como buenos anfitriones al resto de oriolanos que les visitamos para compartir con ellos su alegría, sus esfuerzos y su tesón por mantener esta tradición centenaria”.
Resaltó la importancia de las fiestas de san Antón, “el barrio que da la bienvenida a cualquier oriolano que vuelve a casa, no es sólo por el lugar donde se realizan, no es sólo por la idiosincrasia propia de la que se revisten desde siglos. Son las primeras que se celebran en nuestra ciudad tras las Navidades. El reto es importante, pero a su vez han servido de pórtico de otras que vendrán posteriormente. Reto que, desde siempre, los vecinos del barrio han desempeñado con ahínco, pero también desazón. Estas fiestas, o las de San Sebastián en torno al Monasterio del mismo nombre, tuvieron gran importancia en nuestra ciudad y tradición, como también lo gozó nuestra Feria de Agosto, hoy en día extinta, o las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de Monserrate”.
Por ello –subrayó Luis Miguel García- “Esta ciudad debiera afrontar de modo contundente e inequívoco su recuperación y mantenimiento. Una ciudad patrimonial como esta, no puede permitirse el lujo de perder más tradiciones y, por tanto, su patrimonio inmaterial. Con ello, dilapidaríamos su recuerdo, su testimonio, su memoria, su historia y su pasado”. Insistió el magistrado oriolano: “Nuestra ciudad tan ligada a la Ciencia, a la Cultura y al Patrimonio, valores que nos han hecho crecer y avanzar; valores tan ligados a este edificio y tan ligados a la Real Orden de San Antón. La Ciencia representada en nuestras universidades como centros de investigación, y el patrimonio patente en nuestras tradiciones, monumentos, museos o restos arqueológicos son algunas de las grandes señas de identidad de nuestra localidad. Creo que esta tarde, Orihuela, su cultura, su ciencia y su patrimonio, pero también las ansias por hacerse conocer fuera de los límites de nuestro término, su vocación hospitalaria y, también el liderazgo que en tiempos pretéritos protagonizó, ha quedado muy patente con los nombramientos que se dispensan”.
Los nuevos miembros de la Real Orden de San Antón prestaron su reglamentaria promesa ante el Señor de San Antón, el canónigo de la Catedral y Rector del Seminario Diocesano, Eloy Martín García. Los atributos fueron entregados por el alcalde, José Vegara, y el maestre de la Real Orden, Antonio Luis Galiano. Asistieron, junto al capítulo de Gobierno, representaciones de instituciones y asociaciones, y diversas autoridades, entre ellas el director general de Empleo y Formación de Labora (Generalitat Valenciana), Elías Amor Bravo, que fue designado Caballero de San Antón en 2002. La Orquesta Sinfónica de Orihuela, dirigida por Antonio J. Pujol, y las solistas de violín Aula Twinkle Suzuki de Orihuela, ofrecieron un concierto con obras de Elgar, Purcel, Bach, Fiocco, Barber y Mozart.