POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
La colegiata de Santa María la Mayor de la villa oscense de Bolea alberga en su interior un magnífico retablo tallado en madera de pino rojo y sin dorar dedicado a San Vicente, mártir, cuya festividad celebra la Iglesia Católica el 22 de enero.
Es obra barroca del siglo XVIII, y entre sus columnas salomónicas, con decoración vegetal y mitológica, se abren cuatro hornacinas, tres de ellas en el cuerpo inferior: en la central vemos a San Vicente, con una rueda de molino como atributo de su martirio, y en las de los laterales San Esteban (o San Orencio) con un libro, y San Lorenzo con una parrilla.
En la hornacina del cuerpo superior, o ático, aparece San Bartolomé, que es el patrón de la villa desde el año 1925.