EL PATRIMONIO GEOLÓGICO-FAUNÍSTICO DE CAMBIL-ARBUNIEL (JAÉN).
Ene 23 2024

POR JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE BEDMAR (JAÉN)

El reptil del Triásico de Cambil .

Según el estudio de las huellas de reptil del Triásico de Cambil publicado por A. Pérez López en 1993 (1), éstas se encontrarían en el Trías Sud-ibérico de la zona Subbética, a 1 kilómetro al Este del pueblo de Cambil. Es el primer caso conocido de la zona subbética. Concretamente, las huellas estaban en una sucesión de materiales detríticos del Trías de facies Kemper, exactamente en niveles delgados de areniscas de 40 centímetros de potencia.

El rastro lo forman 8 huellas, 6 bien visibles y otras 2 enterradas, y de orientación diferente; 5, son de los artrópodos traseros (pies) y 3 de los delanteros (manos). Las huellas son hipo relieves convexos de areniscas, correspondientes a un cuadrúpedo de pies y manos pentadáctilos. Se caracterizan por la posición lateral, algo retrasada, del dedo V, con marcas dérmicas correspondientes a escamas del pie posterior de un reptil. Se puede deducir que tenía más desarrollados los miembros posteriores. Las huellas correspondientes a estos últimos miden 30 centímetros, son semiplantígradas, más largas que anchas y con 5 dedos gruesos. En sus prolongaciones se aprecian garras de hasta 2,5 centímetros.

En cuanto a los miembros anteriores, sus huellas son mucho más pequeñas, pentadáctilas y digitígradas. Su largo y ancho son semejantes. Con los 3 dedos centrales bien marcados, se sitúan cerca de las huellas de los pies, por delante y en posición más interna. La zancada mide 162 centímetros y el paso oblicuo 84 centímetros. Hay un par de huellas con orientación diferente, posiblemente debidas a la descripción de una línea curva en ese punto. La buena conservación de las huellas indica que el sedimento tenía un alto contenido en agua. Sobre este tema se recomienda ver la Recreación de los grabados zoomorfos de las Cuevas del Eremitorio del Tajo de la Muela de Cambil-Arbuniel (Dibujos y “calcos” de D.José Manuel Reyes Escobedo y D. Juan Pedro Escobedo García) (2). Con todos estos datos, puede decirse que se trata de las huellas correspondientes al icnogénero Brachychirotherium, reptiles Arcosaurios, pertenecientes al grupo Rauisuchia, por lo que podría tratarse de un Brachychirotherium cf. gallicum. Un animal omnívoro de 2 a 5 metros de longitud, aunque no es seguro. Los rauisuquios eran depredadores de potentes garras, por lo que el reptil pudo alcanzar fácilmente una longitud de 5 metros. ¿Acaso tuvieron constancia los eremitas de las cuevas del Tajo de la Muela de la existencia de huellas y de otros restos de estos seres del Triásico que vivieron en la zona para dibujarlos en sus paredes?

Yacimientos arqueológicos y otras construcciones prehistóricas.

*Yacimiento arqueológico de La Vega del Álamo (Arbuniel).

Este yacimiento prehistórico, en el que se ha encontrado numeroso material lítico, se encuentra situado junto a la vía pecuaria que desde Santa Lucía lleva hasta el nacimiento de Arbuniel, tal y como se pone de manifiesto de los Útiles de piedra tallada y pulimentada hallados en el Yacimiento de La Vega.

Construcciones Funerarias.

Siguiendo la información aportada por D. Arturo Ruíz Rodríguez en 1998, en el kilómetro 57,5 de la Autovía Bailén-Motril se localizaron enterramientos atribuidos al Bronce Medio. Pueden situarse cronológicamente en una etapa posterior a los enterramientos colectivos conocidos en Albanchez de Úbeda, Cabra del Santo Cristo y Pegalajar (Sierra Mágina), que responden a un modelo característico de un linaje o familia extensa (enterramientos colectivos). En el caso del Túnel de Santa Lucía, los hallazgos hacen pensar en otro modelo social basado en la familia nuclear.

Yacimiento del Torcal (Arbuniel).

En la tarde del 12/XI/2015 D. Juan Antonio López Cordero, D. Manuel Cabrera y D. Jorge González Cano, miembros de CISMA visitaron, junto a los arqueólogos D. David Expósito y D. Diego López, el Yacimiento del Torcal de Arbuniel (Cambil), donde se han realizado tres sondeos. Dos al aire libre, ya vueltos a cubrir y, otro dentro de un abrigo natural en el que trabajaban en 2016. Han sacado a la luz más de mil piezas, destacando algunos ejemplares de hachas de piedra pulimentadas, cuchillos de sílex, puntas de flecha, algunos objetos tallados en hueso y mucha cerámica de estos periodos. En un estudio previo, han datado los restos desde el final del Neolítico hasta el Calcolítico. El proyecto está siendo financiado por el Ayuntamiento de Cambil-Arbuniel y supone una primera fase prospectiva de las posibilidades arqueológicas de la zona del Torcal, de cuyo Yacimiento nos dio noticia en 2015, con fotografías de CISMA.

Cuevas del Castillo del Algarve (Cambil).

Junto a la fortaleza emiral –(Ss. VIII-X)- del Algarve se encuentran dos cuevas que debieron servir de refugio a los habitantes de la zona desde tiempos prehistóricos. La primera se ubica en una pared de travertinos con una situación defensiva. La segunda se encuentra a los pies del cerro de la referida fortaleza y, presenta derrumbamiento de parte del techo. Ambas fueron excavadas por el hombre en la piedra.  De este yacimiento como del que sigue se muestran en fotografía bajo el epígrafe de: Cuevas del Castillo del Algarve y Vista general de la cantera del Cortijo de Los Frailes.

Cantera de Sílex del Cortijo de los Frailes (Cambil).

A 620 metros de altitud sobre el nivel del mar nos encontramos con el Yacimiento Arqueológico Prehistórico más antiguo de la zona que estudiamos: La Cantera de Sílex del Cortijo de Los Frailes, dentro del Paraje del Cerro de la Condesa (Cambil-Pegalajar) y ubicado entre las Coordenadas Geográficas: UTM X: 443059; UTM Y: 4173621 (ETRS89), totalmente destruido, por la sobre explotación de la cantera, de propiedad privada, de materiales tales como “pudingas y calizas nodulosas”, aunque aún se encuentran algunos elementos dispersos por la zona. No se trata de un asentamiento, sino de una zona de extracción minera, probablemente explotada por los habitantes del vecino poblado de la Torre de la Cabeza, aprovechando para ello los nódulos de sílex existentes en la roca caliza, de unos siete centímetros de diámetro como máximo, por lo que las piezas que de aquí se extrajeron tuvieron que ser pequeñas: “puntas de fecha, raspadores, pequeñas cuchillas, etc”. La talla de los nódulos se realizaba en la misma cantera, como pudo comprobar el profesor Escobedo Molinos in situ, en una de sus visitas al yacimiento descrito (3).

El Asentamiento del Cerro del Molejón (Cambil).

De acuerdo con los estudios realizados por el investigador, arqueólogo y Cronista Oficial de La Cerradura (Pegalajar, Jaén), D. Enrique Escobedo Molinos y el investigador e historiador D. Juan Antonio López Cordero (4), se trata de un notable yacimiento arqueológico ubicado en el Paraje del Cerro del Molejón, entre las Coordenadas Geográficas: UTM X: 445191; UTM Y: 4170408 (ETRS89), a 720 metros sobre el nivel del mar, en el que sobre una superficie de 2.000 m2, aproximadamente, se asienta, directamente sobre la roca madre –conformada por materiales calizos de la era secundaria- de un espigón rocoso situado al suroeste del citado cerro, un poblado con un recinto de forma indeterminada, que se puede catalogar como de la Edad del Bronce en base a la tipología de sus construcciones, debido a la total ausencia de materiales, tanto cerámicos como líticos o metálicos.

De este asentamiento los investigadores Escobedo Molinos y López Cordero realizaron un plano del yacimiento donde se representan los muros de cimentación y realizaron también una reconstrucción hipotética del poblado.  A pesar de que hoy en día el lugar del yacimiento-asentamiento, situado a unos 550 metros del Km. 2 de la antigua carretera A-324, está muy derruido y cubierto de vegetación herbácea, algunos chaparros y encinas y ser de propiedad privada cercada para dehesa de caballos, aún se distinguen con facilidad los restos de cimentación de las cabañas de forma redonda, elíptica o rectangular, al tiempo que se aprecian también los restos de lo que pudo ser un muro de cerramiento del poblado aunque de poca entidad. Ocupando la parte más alta del poblado se encuentran dos viviendas prácticamente simétricas formadas cada una de ellas por una cabaña rectangular de unos 27 m2, con patio delantero. Adosada a ésta aparece otra también rectangular de dimensiones algo menores, que en uno de los casos comunica con la anterior y en el otro tiene entrada independiente. A corta distancia de ambas se localizan otros dos recintos de planta rectangular de los que se desconoce su uso.

Los muros de cimentación de las cabañas presentan una anchura de 70 centímetros y ambas aprovechan la roca madre como pared posterior de las mismas. Por debajo de éstas y adaptándose a la orografía se localizan varios fondos de cabañas de planta circular o elíptica con diámetros que oscilan en el caso de las circulares entre los 3,20 y los 4 metros y en el de las elípticas entre los 3 x 4,30; 3,50 x 5 y 3,20 x 8,40 metros. Estas cabañas debieron estar construidas mediante un zócalo de piedra de 50 a 60 centímetros de altura, siendo el resto de las paredes de palos y ramas entretejidos y con cubierta vegetal de forma cónica al igual que las chozas y/o “chozos” de los pastores de la Comarca de Mágina. Se trata por tanto de un poblado no fortificado, que explotaba la ganadería como principal fuente de recursos.

El lugar del asentamiento ha perdido parte de su primitiva lectura debido a la gran acumulación de tierras procedentes de los desmontes realizados con motivo de la realización de las obras en 1991 del nuevo trazado de la carretera A-324 desde su origen en la N-323 hasta el paraje conocido como Llanos de Ochoa. Las tierras procedentes de estos desmontes fueron llevadas hasta el lugar del yacimiento y estuvieron a punto de sepultar el mismo, hecho este, que se puso en conocimiento de la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, mediante escrito fechado el 9/VII/1991 por D. Enrique Escobedo Molinos, con el fin de que se tomaran las medidas oportunas para su salvaguarda. Al final, felizmente, el poblado no se vio afectado, pero sí la zona de apriscos y rediles existentes en una garganta natural contigua al poblado que quedó sepultada por toneladas de tierra, al igual que la zona de dehesa existente al norte del poblado. El aporte de estos materiales de desecho generó una gran llanura en la zona, circunstancia ésta que quiso ser aprovechada hace unos seis años, poco antes de la crisis del “ladrillo” para intentar construir un residencial de viviendas unifamiliares.

NOTAS.

(1) PÉREZ LÓPEZ, A. “Estudio de las Huellas de Reptil, del Icnogénero Brachychiroterium, encontradas en el Trías Subbético de Cambil”, en Estudios Geológicos. Nº. 49 (1993). Pp. 77-88.

(2) ESCOBEDO MOLINOS, E. “Un Eremitorio Rupestre en Sierra Mágina”, en Sumuntán. Nº 26 (2008). P. 110.

(3) ESCOBEDO MOLINOS, E., y LÓPEZ CORDERO, J. A. “Asentamientos de la Edad del Bronce en el Alto Guadalbullón”, en Sumuntán. Nº 31 (Jaén, 2013). Pp. 94-95.

(4) ESCOBEDO MOLINOS, E., y LÓPEZ CORDERO, J. A. “Op. Cit.”, en Sumuntán. Nº 31 (Jaén, 2013). Pp. 85-89.

FUENTE: J.M.T.V.

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