POR MIGUEL ALCOBENDAS FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE ALGETE (MADRID) 

El Carnaval en Algete tuvo mucha tradición y fue muy popular. Salían las “máscaras”, de forma libre, a recorrer el pueblo con disfraces caseros a base de ropas viejas y con la cara tapada, la mayoría de las veces en grupos. Había personajes como “el aliguí” que llevaba un higo seco colgado de un palo y “la vaquilla” que perseguía a las máscaras.
Desde los años cuarenta, aunque estaba prohibido, continuaron saliendo máscaras, tratando de no ser descubiertas por las autoridades, pues en algunas ocasiones fueron perseguidas y multadas; otras veces había cierta permisibilidad, sobre todo para el entierro de la sardina que se hacía el hoyo en la plaza.

Así fueron perdurando hasta los años 1967-68. A mediados de los años setenta se celebraron algunos bailes de carnaval con el Club Parroquial y posteriormente fiestas de carnaval en la discoteca y en los colegios, hasta que en 1990, el Ayuntamiento organizó desfiles y fiesta.

Febrero 1992  (Avance del trabajo en preparación sobre temas de Algete)

EL CARNAVAL EN ALGETE

por Miguel Alcobendas Fernández Febrero 1992

El Carnaval en Algete fue siempre muy popular, con una amplia participación de los vecinos y celebrado de una forma peculiar.

Según referencias y algunos testimonios, nos indican que antes de la guerra salían “las máscaras” con ropas viejas y la cara tapada con trapos, talegas, caretas, etc., en grupos o individuales, haciendo ruido con cencerros, pitos o gritos (uuu…). En los grupos iba el “ALIGUÍ” que llevaba un higo seco colgado de un palo largo y una vara en la otra mano, e iba diciendo “aliguí, aliguí con la mano no, con la boca sí”. Los chicos se acercaban a coger el higo y, si trataban de cogerlo con la mano, les golpeaba con la vara.

En los días de Carnaval cuando había máscaras, salía la VAQUILLA, un personaje que corría bien, iba tapado y llevaba unas varas (formando rectángulo) con unos cuernos de toro y un cencerro, delante, y un rabo detrás. Esta vaquilla corría y perseguía a las máscaras tratando de quitarlas el disfraz.

Aunque algunas máscaras iban representando animales, como osos, etc., o personajes como fotógrafo, médico, boda, etc., otras muchas llevaban cualquier ropa vieja y siempre la cara tapada. Salían por el pueblo, normalmente por las tardes de los días de Carnaval y libremente, solas o en grupo, sin ningún tipo de organización institucional.
También se celebraba el Entierro de la sardina en la plaza.

Después de la guerra, aunque estaban prohibidas, siguieron saliendo máscaras.

Trataban de esconderse, las perseguían y, si las pillaban eran multadas. Hubo un alcalde que corría tras las máscaras para descubrirlas y denunciarlas. Oficialmente estaba permitido disfrazarse pero con la cara descubiertas, cuando la gracia de este Carnaval estaba precisamente en las “máscaras” que era como se llamaba.

Hasta mediado de los años sesenta continuaron saliendo máscaras a escondidas.

Como el cuartel de la Guardia Civil estaba en la plaza, las máscaras pasaban por la Puerta del Sol, detrás de la iglesia. Salían pandas del Arrabal y del Castillo, las que cosían, las que hacían pelucas, etc., representando bodas, bandas de música, gigantes (con un palanganero encima de la cabeza y todo cubierto de sábanas), etc..

Los chicos iban detrás y todo el mundo trataba de adivinar quienes eran aquellas “máscaras”. Para el entierro de la sardina se juntaban todas las máscaras vestidas de negro, recorriendo el pueblo para, al final, llegar a la plaza, cavar un hoyo y enterrar la sardina.

Así quedó casi perdido el Carnaval algeteño. A mediado de los años setenta se celebraron algunos bailes populares de Carnaval organizados por el Club Parroquial y posteriormente comenzaron y han continuado celebrándose fiestas de Carnaval en la Discoteca. En la década de los años ochenta se empezó a festejar el Carnaval en los colegios y en el año 1990 el Ayuntamiento prepara desfile y fiestas carnavaleras, con musa incluida.

FUENTE: http://director.io/cronistadealgete/Articulos/1992_Carnaval%20en%20Algete_act-comprimido.pdf