POR PILAR MARTÍNEZ TABOADA, CRONISTA OFICIAL DE SIGÜENZA (GUADALAJARA)
Este año, el complejo arqueológico de Itálica en Santiponce (Sevilla), ha pasado a estar en segundo plano en la carrera por ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El Pleno del Consejo del Patrimonio Histórico convocado por el Ministerio de Cultura ha dado prioridad, por su enorme valor histórico y cultural, a la candidatura de Sigüenza, una población situada al norte de Guadalajara.
¿Qué tiene Sigüenza?
Pero la duda está en por qué la candidatura titulada «Un sueño posible», ha captado la atención de la Unesco antes que Itálica. La cronista oficial de Sigüenza, Pilar Martínez Taboada, ha explicado el valor de los tesoros que hay en el municipio.
Ha empezado señalando que la localidad fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1965 y tiene más de 2.000 años de historia.
También ha destacado el rico patrimonio arquitectónico de la ciudad. La joya de la corona es la Catedral de Santa María, una imponente estructura que ha celebrado recientemente sus 850 años de consagración. Además, la ciudad alberga el castillo de los Obispos de Sigüenza, un palacio-fortaleza que refleja la riqueza arquitectónica de la región.
Pero el patrimonio de Sigüenza va más allá de sus monumentos. La ciudad también se enorgullece de su patrimonio inmaterial, que incluye tradiciones gastronómicas, musicales y religiosas.
Las cofradías de Semana Santa, las Jornadas Medievales en honor a la reina Doña Blanca de Borbón y las corridas de toros por San Roque son solo algunas de las festividades que mantienen viva la historia y la cultura de Sigüenza.
Además, Sigüenza también presenta a la Unesco sus paisajes naturales. Desde el Barranco del Río Dulce hasta las salinas de Imón. Este territorio de 219 kilómetros ha sido testigo de siglos de historia y tradición.
Con su rica herencia y su compromiso con la preservación, Sigüenza se presenta como un candidato fuerte para obtener el codiciado título de Patrimonio Mundial de la Humanidad. A falta de oír la decisión final de la Unesco, los seguntinos ya celebran con orgullo la nominación en sí misma.