POR LUÍS MIGUEL PÉREZ ADÁN, CRONISTA OFICIAL DE CARTAGENA (MURCIA).
Esta semana se han cumplido 85 años del hundimiento del barco ‘Castillo Olite’ durante el transcurso de la Guerra Civil Española, muy cerca de Cartagena, solo a unos cuantos metros de la isla de Escombreras, constituyendo a día de hoy la mayor tragedia marítima ocurrida en las costas de España en todos los tiempos.
Pero a pesar de la importancia de la pérdida de 1.500 vidas humanas, la historia ha tratado este episodio con un velo de silencio y olvido dentro del trasfondo de esta guerra.
El 7 de marzo de 1939, el buque de transporte del ejercito del general Franco ‘Castillo Olite’ fue hundido por la batería de costa La Parajola. En ese momento, la Guerra Civil Española llegaba a su fase final, con Franco ordenando la invasión de Cataluña y la República desmoronándose. En este contexto, se planificó una operación de desembarco sin precedentes para tomar Cartagena y dar un golpe definitivo a esta contienda, pero la rapidez llevó a una tragedia innecesaria.
La operación para tomar Cartagena implicó cerca de treinta barcos que transportarían a más de 20.000 hombres. La falta de coordinación y la decisión de sacrificar la seguridad por la rapidez resultaron en una cadena de despropósitos. El ‘Castillo Olite’ se convirtió en el trágico protagonista de esta historia, hundido por un solo cañonazo y causando cientos de muertos a tan solo unos veinte días de finalizar dicha contienda.
Lo que siguió al hundimiento fue un silencio significativo. La desorganización, improvisación e incompetencia que rodearon este incidente rara vez han sido reconocidas como un error militar. La falta de responsabilidad y la omisión de culpables crearon una sensación de olvido oficial. Los homenajes póstumos y la pantomima de reconocimientos no compensaron la pérdida cruel y absurda de vidas humanas.