POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
En el Teatro Cine Regio de Villanueva del Arzobispo, se ha ofrecido el pregón de Semana Santa por Pedro Aliaga Asensio. Ambientado el escenario, con un olivo, con la cruz que talló Mariano Benlliure y faroles y elementos decorativos cofradieros.
En el escenario el pregonero, cronista, párroco y alcalde, más los componentes de la música de cámara de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que cumple 35 años de su fundación, que ofrecieron tres obras de Semana Santa.
Inició el acto el párroco Juan Carlos Córdoba, con el rezo del Padre Nuestro y el saludo a todos los asistentes. Comentó como el Pregón es el que nos mueve a poner los ojos en el Señor, no en nosotros; es manifestar la fe que vivimos, agradeciendo que Dios nos ha enviado un pregonero de la fe, el padre Pedro Aliaga.
El cronista, quien escribe estas líneas Manuel López, comentó como ha compartido con el pregonero, el autobús de la vida, y a pesar de bajarse en distintas estaciones, siempre han vuelto a coincidir. Habló de la infancia de Pedro en el Colegio Fuensanta, su sacerdocio, la estancia durante veinte años como superior en Roma en San Carlino; su valiosa aportación a la vida religiosa del santuario con las Bulas de Nicolás IV y Benedicto XIII, concediendo indulgencias; su valiosa obra histórica, con libros personales o enciclopedias colectivas; su entrega a la investigación del primer Beato de la localidad, Francisco López Navarrete; su generosidad con la entrega de libros y documentos a la Biblioteca; la dolorosa marcha de la orden trinitaria; su nombramiento como Provincial, responsable en once países, de la orden; las cesiones de imágenes y lugares en este último periodo a la iglesia local, con numerosos adjetivos que lo hacían merecedor de pregonar la Semana Santa 2024.
El trinitario, narró cómo había recibido la llamada para ser pregonero y como se ha gestado y compuesto mirando al Atlántico, al Caribe y al Pacífico, atravesando los Andes en Perú, en Bolivia y en Chile, remontando la Serranía de Córdoba en Argentina…
Una idea ha ido acompañando y bullendo en la memoria, el entendimiento y la voluntad de este pregonero:
“No sé a ustedes qué les pareceré, pero yo soy un hombre del campo. Soy del campo, que es una cosa con la que se nace y que no se quita; la vida de quien ha nacido y aprendido a vivir en contacto con el campo, con la vista en la naturaleza exuberante y rica de nuestro terruño y el oído puesto a la experiencia de quienes te enseñan cómo vivir en él, labran la forma de vivir y de entender; y pasa que, sin darnos cuenta, casi todo se mide con las medidas de la niñez, y los caminos que se buscan son las veredas que conducen a la casa de nuestra infancia”.
Indicó que para comprender algunos textos de la Biblia, se necesita conocer y vivir como hombre dedicado a las actividades de la agricultura; comparando las ciudades de la Pasión, con los pequeños pueblos, como los nuestros. Recordando como los campos suelen vestirse de color morado cuando llega el periodo de Semana Santa y hasta los olivos vuelven sus hojas en el momento de la muerte de Cristo.
Habló de la gastronomía en la localidad en Semana Santa, de los costaleros, y anderos, de las Bandas de Música, de los jóvenes. De la primera procesión de la madrugada del Nazareno, que contempló hace dos años, tras más de tres décadas sin asistir en estos días. De la belleza de nuestras imágenes, obras de la escuela granadina, sevillana o cordobesa, o la obra de Felipe Herreros, más las imágenes que llegaron de Olot.
Pregonó la vida de numerosos religiosos, de nuestra localidad que murieron en China, Venezuela, Cuba… las numerosas profesiones que se necesitan para la celebración de esta Semana de Pasión, carpinteros, herreros, floristas, bordadores, músicos…
Comparó la localidad, con la que Cristo murió, por la proximidad de las Eras del Calvario, con la iglesia de las dominicas de Santa Ana, en donde está la urna con la muerte de Cristo. A esta iglesia se entra bajando unas escaleras, como sucede, con la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén,
Finalizó con la petición para que Dios bendiga a Villanueva con su presencia, que los patronos de la localidad y Jesús Nazareno les conceda vivir y disfrutar de los día de Pasión y Gloria.
Numerosos aplausos recibió el Pregonero por su sencillez y profundidad, por haber llegado con su mensaje a todos los asistentes. Por parte de la Unión de Cofradías, le fue entregado un cuadro, pintado por Felipe Herreros, con la imagen de la Virgen de la Fuensanta.
Finalizó el alcalde que recogió algunas de las enseñanzas del Pregonero, felicitándole por haber llegado al corazón de todos. FOTO. Ayuntamiento VVa
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