EL ACEQUIÓN, ¿UN MAR DE ZARGAZOS Y VERDÍN?
Oct 15 2013

POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA

Principios del siglo XX. Desembocadura del Acequión a la bahía de Torrevieja. Foto: A. DARBLADE - COLECCIÓN F. SALA.
Principios del siglo XX. Desembocadura del Acequión a la bahía de Torrevieja. Foto: A. DARBLADE – COLECCIÓN F. SALA.

Las algas llegaron el pasado verano al puerto de Torrevieja teniendo su origen en una de las balsas que comunica el canal llamado del Acequión con la laguna salinera, y a causa de una combinación de factores como la humedad, la temperatura ambiente, la del lecho marino y las mareas. El Ayuntamiento explicó que se trataba de unos tapices de alga verde que se forman en el suelo de estas balsas de agua salobre y que con el paso del tiempo se desprenden, flotando sobre la superficie y saliendo al puerto. Una vez comunicada la incidencia a la Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja obró colocando dos barreras de contención como medidas correctoras y preventivas para mitigar el afloramiento de esta vegetación marina en la bahía.

Según el doctor en biología Juan Antonio Pujol, dichos vegetales son del género `Enteromorpha´, no siendo en absoluto peligrosos si no fuera por ocasionar, cuando está adherido a las rocas de la costa, formando un `verdín´ que las recubre, algunos resbalones.

La historia del canal del Acequión y de las incómodas algas se remonta a muchos años atrás. Las primeras noticias datan del 28 de julio de 1386, cuando el rey Pedro IV de Aragón dio facilidades a la ciudad de Orihuela para transformar la laguna de las salinas de Torrevieja en albufera. El 28 de julio 1389, por licencia concedida en las Cortes de Monzón por el infante Juan, primogénito del rey Pedro el Ceremonioso, se le dio la gracia para que quedara en propiedad de Orihuela, permitiendo la construcción de un canal que comunicara con el mar para convertirla en albufera o pesquería, pasando a ser la obra hidráulica más antigua de Torrevieja.

En el año 1402, aún sin haberse iniciado las obras, el Concejo de Orihuela entregó un cahiz de trigo y una tinaja de vino a dos moriscos a cambio de quitar las algas que los vientos depositaban en la cala Cornuda, actual puerto de Torrevieja. Dos años más tarde, el Concejo de Orihuela estimó que las capturas de pescado habían sido unas 250 libras anuales.

En 1408, el Concejo de Orihuela encargó a Antonio Grañana la limpieza de las algas que se acumulaban en dicha cala Cornuda y dificultaban la pesquería, ofreciéndole 10 florines en caso de rotura de la red, dada la existencia de un canto o peña que dificultaba tal operación.

Alfonso V, en 1418, ratificó el privilegio de 1389 para convertir la laguna de Orihuela en albufera de pesca, y en 1439 el Concejo de Orihuela hizo públicos los capítulos para regir la puesta en funcionamiento de la laguna, convertida en `piscifactoría´, pero no fue hasta el año 1482 cuando iniciaron las obras de construcción del Acequión que, por su coste, sufrieron varias interrupciones que se fueron superando con diversas aportaciones como las de 100 libras de la Cofradía de San Pedro para redención de cautivos, otras 100 de Nuestra Señora de Callosa y 50 de los pelaires de Orihuela, teniendo que recurrirse incluso a la venta de una parte del viejo Almudí oriolano para poder concluirlas.

En 1503 se cegó de nuevo con arena y algas el Acequión y el concejo acordó conceder, sin pago alguno, la pesquería de la albufera al que repusiera el canal a su anterior estado; otorgándosela a Enrique Masquefa y a Pedro Gómez Daroca, concluyendo las obras, con una longitud total de 1.684 varas castellanas -unos 1.406 metros-, en 1509.

El concejo cedió, en 1562, la pesquería de la albufera por cuarenta años a Andrés Ruiz, comprometiéndose a mantener limpio el canal y a hacer encañizadas, aunque, en 1578, aparecieron en sus orillas infinidad de peces muertos, algunos hasta de 12 libras, por haberse cuajado gran cantidad de sal. La laguna daba la impresión de ser un mar salado y muerto.

Cristóbal Ortíz, Vicente Ferrer y Ginés Balaguer, en 1590, emprendieron un nuevo arrendamiento de la albufera, abandonándolo pronto porque el superior nivel de las aguas de la laguna mayor -30 centímetros- perjudicaba el cuaje de las salinas de La Mata.

El primer rey de la dinastía borbónica, Felipe V, el 18 de enero de 1721 concedió a Orihuela permiso para volver a intentar convertir las salinas en albufera de pesca, procediéndose a las obras necesarias de limpieza y acondicionamiento del Acequión, con la obligación de concluirlas en un plazo de tres.

El 28 de enero de 1723, Orihuela procedió a arrendar por última vez la laguna grande de Torrevieja para la extracción de pescado, fijando un canon de 100 pesos anuales durante los cuatro años de duración del arriendo, renunciando en 1758 a la posesión de la laguna de Torrevieja, exponiendo no tener caudales para su manutención a causa de los muchos montones de arena y algas que «se ponen delante de la boquera y cierran el acequión». Insistió que, por morirse el pescado, no interesaba a los arrendadores que con anterioridad lo habían intentado, añadiendo que la introducción de aguas podía ocasionar perjuicios a la salud pública. Por todo ello suplicaron al rey que recuperara como Real Patrimonio la laguna. Como último intento, en 1759, quiso la Real Hacienda convertir otra vez la laguna en albufera de pesca, renunciando a este propósito en 1763.

Desde entonces, el canal del Acequión siguió utilizándose pero como alimentador de la laguna para la producción de sal; y a partir de los años setenta del pasado siglo, una vez entrado en función el `saleoducto´ que une el diapiro de Pinoso y la laguna torrevejense, sólo sirve como alimentador de las máquinas de lavado de sal. ¿Seguirán llegando las algas del Acequión al mar? Parece que esta historia viene de mucho tiempo atrás.

Fuente: http://www.laverdad.es/

Add your Comment

Calendario

noviembre 2024
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930  

Archivos

UN PORTAL QUE CONTINÚA ABIERTO A TODO EL MUNDO