POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Situada en la arteria central de Montijo y con el nombre de que la fue emperatriz de los franceses por su matrimonio con Napoleón III. Eugenia María Guzmán Portocarrero (Granada, 1826-Madrid, 1920), hija del VIII conde de Montijo, don Cipriano Portocarrero y Palafox (1784-1839) y María Manuela Kirkpatrick de Closeburn. Eugenia de Montijo, que así quiso llamarse, fue hermana de María Francisca Portocarrero Palafox (1825-1860), cuatro veces grande de España, por sus títulos de XII duquesa de Peñaranda de Duero, XVIII condesa de Miranda del Castañar, IX condesa de Montijo y Baños, que contrajo matrimonio con Jacobo Fitz-James Stuart y Ventimiglia, XV duque de Alba.
Hoy quiero llamar a la memoria de los quehaceres de este territorio: El cine Emperatriz, donde la luz corría por el pasillo en busca de la pantalla. La zapatería de Juan López. El estanco de Tirado. La taberna del Basero, Cristóbal Gil Hidalgo. La carnicería de María Cruz. El Banco Central. Cafetería Mariola. El Banco Hispano Americano, luego Central Hispano. El puesto de pipas y chucherías de Toribio Jiménez Díaz. El jardín que tuvo en su parte central la Avenida. El comercio de Manolo Piquito. Demetrio Holguín, que fue militar y tuvo una barbería, donde hoy está la Administración de Loterías. Juanita Holguín Pedraja, que cogía las carreras de las medias. Los hermanos Navarrete, que eran de Lucena y ponían, en la feria, allí, un puesto con artículos de ferretería. Tomás Holguín Pedraja, ganador de un concurso de mecanografía en la Feria, seguido por los hermanos Alejo y Santiago Mendo Galán. Paco el dulcero y sus bombones de bellota Loriana. Retales La Rambla, la Heladería Gradel (Gragera Delgado)… Pero especialmente enmarco los saludables paseos de las parejas, avenida para arriba, avenida para abajo.