POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Cuenta el gran escritor peruano Ricardo Palma (Lima 1833-Miraflores-Lima 1919) en su libro Tradiciones Peruanas, Tomo II (Espasa Calpe. Madrid 1932), que en la Lima del siglo XVI-XVII vivió un ingenioso e ilustrado bachiller, llamado Juan del Castillo, contertulio habitual de la escribanía de Cristóbal Vargas. Este Juan del Castillo, de carácter burlón y un tanto ofensivo en sus poemas, solía «enfrentarse en sus discusiones» con el dominico fray Rodrigo de Azula, al que en una ocasión dedicó estas rimas: «Santo varón, / más grueso que el marrano / de San Antón. / Dómine Azula, / promiscuador eterno / sin pagar bula,./ Padre Rodrigo,/ para habértelas no eres / hombre conmigo. / Tu teología / es leche avinagrada, / acemita fría. / Toma, tomates, / tesis para que abortes / cien disparates. / A ti lo digo: / a ver, ¿tuvo o no tuvo / Adán ombligo?»
Tal broma fue tomando cuerpo y poco a poco empezaron a surgir graves discusiones teológicas al respecto, llegando a ser calificado el bachiller Castillo como sospechoso de herejía.
Intervino la Inquisición y tras los correspondientes interrogatorios (léase suplicios y tormentos), el «inquirido» fue condenado a la hoguera ; sentencia que se ejecutó, «coram populo» y con asistencia del virrey Marqués de Montesclaros, el 10 de julio de 1608.
Leyendo esta historieta recordé otras discusiones, similares en bobería, que hubo entre filósofos-teólogos; tales como si los ángeles tienen o no sexo, o si chupar caramelos rompe el ayuno… Y ya que hablamos de Adán, con o sin ombligo, puesto que al nacer en «parto no normal no precisaba cordón umbilical», recordé que él y su esposa-compañera fueron los primeros «amantes de las manzanas».
De modo que «haciendo presente» la vieja historia les voy a ofrecer una receta exquisita.
Con la ayuda de un sacabocados o un cuchillo fino extraigan el «corazón de la manzana» (la «jaspia», decimos en Asturias) y rellenen el hueco, hasta su mitad, con miel; y completen con un chorrito de vino dulce o de Málaga Virgen. Dispongan las manzanas en una fuente de horno con un capita de agua, y ásenlas según costumbre.
Verán qué delicia de postre para este frío otoño.