POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
Las venden embotelladas. Hoy no resistí la tentación de probarlas.
Por cierto, anoche soñé que había una terrible necesidad de agua y que todos hacíamos formación para que el gobierno nos diera una tina de agua por persona cada tercer día.
En la realidad, esas circunstancias no están muy lejanas con tan recurrentes sequías, las crecientes temperaturas, la explotación inmisericorde de los mantos acuíferos y, sobre todo, la falta de conciencia en el uso y cuidado de la poca agua que nos queda.
Volviendo a las aguas negras embotelladas… se trata de agua de manantial con ácido fúlvico que es un extracto de plantas que vivieron en el período Jurásico que se caracteriza por la hegemonía de los grandes dinosaurios y por la escisión de Pangea en los continentes Laurasia y Gondwana.
Es un compuesto creado por la acción de microorganismos durante millones de años que actúan sobre la materia vegetal en descomposición.
Así que… en el nombre sea de Dios… ya les contaré si hubo alguna reacción.
Buena noche tengan todos ustedes.