POR RAFAEL MARTÍN ARTÍGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE SEGORBE (CASTELLÓN)
No es un título, pero desde luego es un reconocimiento merecido que incluso debería institucionalizarse a nivel nacional.
Segorbe, Valencia y la Comunidad Valenciana tienen hoy un compromiso de celebración con el ajedrez y con la historia del ajedrez.
Y es que tal día como hoy, 15 de mayo, de 1495, se publicaba el primer tratado teórico-práctico sobre el juego del ajedrez, editado en Europa que en estos menesteres es tanto como decir del mundo. Se cumplen hoy 529 años.
Y fue en Valencia, en unos talleres ubicados en el barrio de San Martín, propiedad del impresor alemán Lope de la Roca donde se imprimió este incunable, bajo los auspicios del librero Pere Trincher.
Y fue en Segorbe, donde nació su autor, el converso Francesch Vicent, que tituló su trabajo “Libre dels jochs partits dels scachs en nombre de 100…” (Libro de los juegos y partidas del ajedrez en número de 100)
Y es, en definitiva, la hoy Comunidad Valenciana la que reúne ambos acontecimientos, singulares, extraordinarios y exclusivos, que no posee ningún otro lugar.
El libro, del que en la actualidad no se conoce el paradero de ningún ejemplar, está considerado como el santo grial del ajedrez y no sólo porque es en realidad el primer libro de ajedrez impreso, sino porque en él aparecen las nuevas normas del juego que desde entonces se han seguido y que en la actualidad siguen vigentes en todo el mundo y que merecen el reconocimiento y el establecimiento de la fecha del 15 de mayo como Día del Ajedrez en la Comunidad Valencia.
El libro de Vicent, gracias a la imprenta, supuso la divulgación y la generalización de las nuevas directrices del juego, sustituyendo piezas y renovando al viejo ajedrez llamado árabe o ‘del viejo’, y convirtiéndose en paradigma de otras publicaciones posteriores como las de Lucena (Salamanca, 1497) y Damiano (Roma, 1512).
Segorbe tiene el honor de ser la ciudad natal de este ajedrecista, perteneciente a una familia, los Vicent, de condición judeo-conversa, cuyo apellido aparece repetidamente entre los cargos del Consejo Municipal de la capital del Palancia (un Francisco Vicent que podría ser padre del ajedrecista aparece como justicia de la ciudad por el 1500 y otros con el mismo apellido tuvieron cargos de jurados y consejeros).
Precisamente su condición de converso pudo influir en la desaparición del libro a causa de la persecución de la Santa Inquisición hacia los ‘cristianos nuevos’ y todas sus publicaciones del contenido que fueran, así como por las leyes prohibitivas de los Reyes Católicos hacia los juegos que generaban apuestas y el ajedrez lo era.
Sea como fuera, lo cierto es que en el siglo XIX todavía se conocía la existencia de un ejemplar en la biblioteca de la abadía benedictina de Montserrat, en Cataluña, donde pudo arder por un incendio ocurrido en 1834 como consecuencia de la desamortización. Otros autores indicaban la existencia de otro ejemplar en la Biblioteca Comunale de Sienna (Italia), pero el único indicio que todavía sigue latente es la venta de un volumen a principios del siglo XX por parte de un bibliotecario de viejo catalán a un magnate estadounidense coleccionista de libros de ajedrez.
FRANCESCH VICENT
Muy pocas cosas más conocemos de la vida de Vicent pero algo queda y de gran calado. Según la investigación que desde hace años realiza el periodista José Antonio Garzón, en el Archivo de Módena (Italia) existe un documento fechado a principios de 1506 en el que se menciona a un “Maestro Francesco Spagnolo maestro de scachi” que impartía clases de ajedrez a la mismísima Lucrecia Borja, hija del papa Alejandro VI. El pontífice había sido con anterioridad arcediano de la Catedral de Segorbe y algunos de sus familiares directos lucieron la mitra de la sede episcopal del Palancia. Conociendo la debilidad del papa por proteger a los conversos que estaban siendo expulsados o se exiliaban del Reino de Valencia por la Inquisición y teniendo en cuenta la relación de los Borja con los Vicent por ostentar cargos de relevancia eclesiástica y administrativa respectivamente en Segorbe, no existe dificultad para identificar al Francesco Spagnolo con Vicent. Se conoce también las exigencias de Alejandro VI para tener en la corte de sus Estados Pontificios a los mejores especialistas en materia de docencia para su hija y sus nietos, y en el tema de ajedrez no podía haber un especialista mejor que el que conocía las nuevas reglas del juego porque las había publicado: Francesch Vicent.
FUENTE: R.M.A.