POR GABRIEL SEGURA HERRERO, CRONISTA OFICIAL DE ELDA (ALICANTE)
Dos meses antes de que las tropas del protectorado de Marruecos se sublevaran contra el gobierno, un domingo 17 de mayo de 1936 fallecía repentinamente, a los 59 años, Joaquín Vera Pérez, alcalde de Elda en ese momento, durante su segundo mandato (5-2-1936 /17-5-1936).
El Sr. Vera Pérez (1878-1936), empresario del calzado, republicano de pro, católico y miembro del partido Unión Republicana, ya había ostentado con anterioridad la alcaldía eldense. Tras la dimisión del alcalde Aquilino Bañón por falta de apoyo a la minoría radical, el 9 de febrero de 1933 Joaquín Vera Pérez asumió la alcaldía de Elda hasta su destitución por el gobernador civil el 30 de octubre de 1934, como consecuencia de los sucesos revolucionarios de Asturias.
Las propias características heterogéneas de la alianza republicano-radical-socialista vencedora en Elda en las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, ocasionó que entre 1931 y 1936, Elda tuviera un total de ocho alcaldes, llegando algunos de ellos a ostentar la alcaldía en dos ocasiones.
Empresario del calzado de reconocido prestigio en el momento, fue el tercer candidato más votado en las elecciones municipales de 1931 por detrás de Emérito Maestre y de José Ruano López, quedándose a escasos 12 votos del primero. Su prestigio empresarial y personal, su trayectoria en diversos cargos de responsabilidad municipal desde 1931, auspiciaron su elección, por segunda vez, como alcalde de Elda el 5 de febrero de 1936, tras el cese-dimisión de Francisco Botella Payá.
Miembro del Partido Republicano Radical Socialista, tras la escisión de éste en 1934 siguió a Diego Martínez Barrios, encuadrándose en la disciplina del Partido Radical Demócrata, que acabaría convirtiéndose en la Unión Republicana.
Hoy hace 88 años, tras 3 meses al frente de la alcaldía eldense falleció de improviso en su domicilio, situado en la calle del Sol (después García Valiño y hoy Emilio Rico). Por acuerdo plenario del consistorio eldense, la corporación municipal costeó los gastos económicos derivados del entierro, “a excepción de los gastos religiosos”; acordando cambiar el nombre a la calle Antonio Maura y autorizando a Unión Republicana a iniciar una suscripción para colocar en ella una lápida conmemorativa que perpetuara el nombre de este alcalde fallecido “al pie del cañón”. Iniciativa truncada por el alzamiento militar y el estallido de Guerra Civil, a los dos meses justos del fallecimiento del alcalde de Elda.