POR JOSÉ SALVADOR MURGUI, CRONISTA OFICIAL DE CASINOS (VALENCIA)
Posiblemente el nombre de esta mujer no sea portada de ninguna revista o no obtenga ningún premio de esos que otorgan notoriedad mundana.
Hoy cuando el Bando ha anunciado esta muerte y tras el nombre añadió la frase “más conocida como Teresa la andaluza”, he recordado la historia de Teresa como el paso de una estrella fugaz que deja tras ella las luces y las sombras que unen la vida con la eternidad.
Teresa y Antonio llegaron a Casinos en la década de los años 1960, posiblemente fuera en 1964 cuando un matrimonio con cuatro hijos llegaron desde Santo Tomé de la provincia de Jaén, a instalarse en la Calle de San Miguel de Casinos, para que el cabeza de familia, pudiera trabajar en aquellas grandes obras que iban a empezar a construirse para llevar el agua del pantano de Benagéber a través del “canal”.
Poco a poco fueron llegando más habitantes de otros lugares, pero los hermanos y allegados de Teresa formaron parte de nuestro vecindario. Aquel Casinos de calles de tierra, fuentes públicas por las que destilaba un hilo de agua, escasa luz pública y gente de noble corazón supo acoger a los nuevos vecinos que dejaron sus pueblos para integrarse en el nuestro.
Así hemos visto crecer los habitantes de Casinos, siendo todos juntos los que hemos logrado la prosperidad de esta tierra. Estas familias que vinieron aquellos años, unas, al final de la obra se fueron a otros lugares, otras como Teresa y Antonio dejaron aqui sus raíces, tuvieron otro hijo, pudieron adquirir nuevas propiedades y ese puente que une el ayer con el mañana lo edificaron en Casinos.
La vida tiene momentos duros y por el camino Teresa perdió a su hijo Eugenio y a su marido Antonio, se secó la voz que cantaba saetas, los refranes eran sentencias de vida y su día a día era un resumen de historia. Su sendero cada día, por la calle de San Miguel era un anecdotario, no ocultaba su dolor cargado por el paso de los años, aunque su figura siempre fue un icono de trabajo. Echaremos de menos el rumor de sus zapatos y el sonido de las ruedas del carro de compra que le servía de cayado.
Al escribir estas letras en recuerdo a Teresa, lo hago mirando con ojos de niño, a todas esas familias que con nosotros crecieron, se adaptaron a lo nuestro y aquí se quedaron. Hoy ese árbol genealógico de apellidos de hijos y nietos, quedan entrelazados como parte viva de Casinos, como hombres y mujeres ejemplares que sin conocer esta tierra como herencia por ser premio a su trabajo, para siempre han heredado. Teresa ya has llegado a tu meta final, muchas mañanas me lo comentaste… anhelabas otro mundo, pero no te olvides que tú y muchas familias como la tuya habéis formado parte no solo de nuestro pueblo, sino “un mucho” de nuestras vidas, por amistad y vecindario. Esta tarde desde la Parroquia de Santa Bárbara de Casinos te despediremos.
FUENTE: https://valencia.elperiodicodeaqui.com/epda-noticias/obituario-teresa-munoz-gallego/342463