POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
Las chilmoleras eran las mujeres que preparaban chilmoles, o enchiladas, en los puestos de calle y sobre todo, afuera de las pulquerías, estas enchiladeras preparaban una salsa bien picante (como el chisme) para bañar una tortilla previamente frita en manteca.
El nombre de chilmolera se derivaba del náhuatl chilli «chile» , y molli o mulli «mezcla o salsa».
La enchiladera o chimolera, era mujer bien enterada de la vida de los demás, como cualquier personaje que ejerza su oficio en la vía pública, soltaba el chimole a la par que el chisme local.
Además, algunas chilmoleras eran consideradas como brujas o hechiceras, pues se creía que usaban sus guisos para hacer maleficios o encantamientos.
EN EL MÉXICO PREHISPÁNICO.
A la joven que era indiscreta, se le ponía de penitencia barrer por la mañana el patio de la casa, para que quedara exhibida la indiscreción que había cometido, nos dice Fray Bernardino de Sahagún.
La misma diosa Coatlicue recibió esa penitencia, barrer el cerro del Coatepec, (y no precisamente por chismosa).
Inevitable es recordar estas crónicas cuando salgo en la mañana y veo barriendo la calle a la vecina, (o al vecino) y a veces también ¿por qué no? Inevitable es, quedarse a echar chisme un rato.
Somos chismosos por naturaleza… perdón, nos gusta estar bien informados e informar…
Hoy en día, las personas que conocen vida y milagros de quienes viven en cada vecindario suelen ser las señoras o señores de las tienditas de la esquina. Y uno que otro Cronista, también…
Y para cerrar, si nos atenemos al significado original de la palabra chimolera o enchiladera, hay que señalar que en Zacatecas hay varios establecimientos que preparan una deliciosas enchiladas zacatecanas, así como de diversos colores y sabores. Buen provecho…