POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE BETANZOS (LA CORUÑA)
Los franceses entraron en la ciudad de Betanzos, capital de la provincia de su nombre, poco antes del mediodía del día 11 de enero de 1809, y al día siguiente el Mariscal Soult, duque de Dalmacia partió en dirección a La Coruña en persecución de los ingleses, enfrentándose en combate el día 16 en el lugar de Elviña, y batalla que se extendería al día siguiente a la propia ciudad herculina, que ante la gravedad de las intervenciones de los gabachos se vería obligada a capitular el siguiente día 19, por convenio subscrito entre dicho Mariscal y el general don Antonio de Alcedo, gobernador militar y político de La Coruña.
La narración de estos acontecimientos aparece registrada en los Bulletins de l’Armée D’Espagne, extracto del Moniteur universel, Boletín 30 publicado en Valladolid el 21 de enero de 1809, y versión francesa redactada del tenor siguiente:
» El duque de Dalmacia salió el 12 de Betanzos. Llegó sobre el Mero, encuentra el puente del Burgo cortado. El enemigo fue desalojado de la villa del Burgo. Durante este tiempo, el general Franceschi pasa el río sobre el puente de Cela. El obstruye la carretera real de La Coruña a Santiago, y apresa 6 oficiales y 60 soldados. El mismo día, un puesto de 30 marinos que estaba en el Mero, sobre la bahía, y que hizo agua allí, fue cogido. Desde el lugar de Perillo, se pudo observar la flota inglesa en la bahía de La Coruña.
El 13, el enemigo hizo estallar dos almacenes de pólvora situados sobre las alturas de Santa Margarita, a media legua de La Coruña. La detonación fue terrible, y se hizo notar a más de tres leguas en el terreno.
El 14, fue reparado el puente del Burgo, y la artillería francesa pudo pasar. El enemigo estaba en posición sobre dos líneas adelante de La Coruña. Se le veía ocuparse de embarcar con toda urgencia los enfermos y sus heridos, de los cuales los espías y los desertores asientan el número de 3 o 4 mil hombres. Los Ingleses se ocupaban al mismo tiempo de destruir las baterías de la costa, y de arrasar los pueblos inmediatos al mar. El comandante del fuerte de San Felipe, desconfiando se mantuvo en su puesto, rehusando recibirlos.
El 14 a la tarde, se ha visto arribar un nuevo convoy de 160 velas, entre los cuales se contaban cuatro buques de linea.
El 15 por la mañana, las divisiones Merle y Mermet ocuparon las alturas de Vilaboa, donde se encontraron la vanguardia enemiga, que fue atacada y derrotada. Nuestra derecha fue apoyada en el punto de intersección de la ruta de La Coruña a Lugo, y de La Coruña a Santiago. La derecha estaba situada detrás del lugar de Elviña. El enemigo ocupaba enfrente tres hermosas alturas.
El resto de la jornada del 15 fue empleado en situar una batería de 12 piezas de cañón, y no fue hasta el 16, tres horas antes del mediodía, en que el duque de Dalmacia da la orden de ataque.
Los Ingleses fueron resueltamente abordados por la primera brigada de la división Mermet, que los derrota y los expulsa del lugar de Elviña. El 2º regimiento de infantería ligera se cubrió de gloria. El general Jardon, al mando de los granaderos tiradores (voltigeurs), se distinguió con gran valentía. El enemigo, expulsado de sus posiciones se retira a los huertos que están alrededor de La Coruña. La noche se puso muy oscura, obligando a suspender el ataque. El enemigo aprovechó para embarcarse precipitadamente. Nosotros empeñados, durante el combate, con aproximadamente 6.000 hombres, y todo estaba dispuesto para marchar de la posición que nuestras tropas ocupaban por la tarde, y preferir el día siguiente para una acción general. La pérdida del enemigo ha sido inmensa: dos baterías de nuestra artillería los han fulminado durante el combate. Se han contado sobre el campo de batalla más de 800 cadáveres ingleses, entre los cuales se ha encontrado el cuerpo del general Hamilton, y los otros dos oficiales-generales de lo que se ignoran los nombres. Nosotros hemos apresado a 20 oficiales, 300 soldados y 4 piezas de cañón. Los Ingleses han abandonado más de 1.500 caballos que habían sacrificado. Nuestra pérdida se eleva a 100 hombres muertos; hemos tenido 150 heridos. El coronel del 47 regimiento se ha distinguido. Un porta-aguila del 31 de infantería ligera ha matado un oficial inglés que, durante la refriega, se había aproximado a él para tratar de arrebatarle su águila. El general de artillería Boargeat y el coronel Fontenay se han conducido muy bien.
El 17, al alba, se ha visto un convoy inglés hacerse a la vela. El 18, todo había desaparecido. El duque de Dalmacia hizo cañonear los edificios altos del fuerte de San Diego. Muchos transportes han encallado, y todos los hombres que llevaban han sido apresados.
Se han encontrado en el establecimiento de la Palloza 3.000 fusiles ingleses. Se han apoderado asimismo de los depósitos del enemigo y de una cantidad considerable de municiones y de efectos pertenecientes a la armada. Se han recogido en los arrabales muchos heridos. La opinión de los habitantes del país y de los desertores es que el número de los heridos en el combate superan los 2.500.
Así ha acabado la expedición inglesa enviada a España. Después de haber fomentado la guerra en este desgraciado país, los Ingleses le han abandonado. Ellos habían desembarcado 38.000 hombres y 6 mil caballos; nosotros les hemos apresado, de la cuenta hecha, 6.500 hombres, sin contar los enfermos. Ellos han reembarcado muy pocos bagajes, muy pocas municiones y muy pocos caballos: se han contado 5 mil muertos y abandonados. En otra ocasión, no se habría escapado ni uno. La facilidad de cortar los puentes, la rapidez de las corrientes, que, durante el invierno, llegan a convertirse en profundos ríos, la poca duración de las jornadas y lo excesivo de las noches son muy favorables para una armada en retirada.
De los 38 mil hombres que los Ingleses habían desembarcado, se puede asegurar que apenas 24 mil hombres regresaron a Inglaterra.
La armada de la Romana que, a finales de diciembre, mediante refuerzos que había recibido de Galicia, estaba vigoroso con 16 mil hombres, fue reducido a menos de 5 mil, que vagaban entre Vigo y Santiago, y están perseguidos sin tregua. El reino de León, la provincia de Zamora y toda Galicia que los Ingleses habían querido proteger, están conquistados y sometidos.
El general de división Lapisse ha enviado a Portugal patrullas que han sido muy bien recibidas.
El general Maupetit ha entrado en Salamanca. Ha encontrado todavía algunos enfermos ingleses » (Original del archivo del autor, traducción propia).
Sobre la entrada de los franceses y la ocupación durante 163 días de la ciudad de Betanzos, remitimos al capítulo 2 de nuestra obra La Ocupación de Betanzos y su Tierra por los Franceses en 1809 (Ayuntamiento de Betanzos y GADIS 2013, página 49). Seguiremos, entre otros asuntos, con las jornadas empleadas para la toma y rendición de la por entonces villa de Ferrol, como estrategia de los franceses para dominar el Golfo Ártabro.
FUENTE: http://www.cronistadebetanzos.com/guerra-de-la-independencia-la-batalla-de-elvina-o-de-la-coruna/