POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA).
El cólera no respetaba a nadie y, entre los fallecidos, el sacerdote coadjutor, D. Antonio Victoria Candel, que falleció el 24 de julio de 1885, siendo trasladado su cadáver al cementerio, a las 10 de la noche, por el párroco, D. Francisco de Paula Núñez Cano, en unión de algunas personas amigas y allí, a la luz de la luna que cual lámpara funeraria alumbraba tan triste y conmovedora escena, postrado de hinojos, rezó una estación y lleno de pena dio el último adiós al que fue digno sacerdote, volviendo después a la casa para instalar en otra a la desconsolada familia que llora la pérdida de un ser tan querido, y en particular la pobre madre que viuda y sin recursos, con grandes esfuerzos y privaciones logró dar a su hijo la carrera por la que él sintió siempre decidida vocación y que al llegar a los 33 años lo ve bajar al sepulcro cuando gozaba tranquila de su apoyo y su cariño. Superada la epidemia, el pueblo de Blanca dio gracias a Dios por haberla podido superar en solemne función religiosa el día 8 de septiembre, todos de luto y llorosos por las 155 víctimas que en menos de treinta días les había arrebatado el ángel de la muerte. En situaciones como estas, es de esperar que el cementerio se quedase pequeño. Podemos comparar la gran diferencia del total de defunciones de este año, con anteriores o posteriores, en la relación siguiente:
Año Nº de defunciones
En la sesión ordinaria del día 6 de septiembre, por el señor Alcalde se manifiesta que de acuerdo con el señor Cura de la parroquia de esta villa, mediante a que hace ya más de quince días que no se ha producido ningún nuevo caso de la epidemia de cólera morbo asiático tanto en la población como en los partidos rurales, habían dispuesto que el día ocho del presente mes, día de la Santísima Virgen, se cante una solemne misa con sermón en acción de gracias al Todopoderoso en la iglesia parroquial; por eso lo ponía su conocimiento del municipio con el fin de asistir su Corporación a este religioso acto. Se acordó asistir y además invitar a los señores Jueces y Fiscales municipales. Los gastos de la obra del nuevo cementerio provisional se dieron en la sesión de 4 de octubre y ascendieron a 1.831,94 pesetas, que se aprobaron sin ningún reparo. En esta misma sesión, por el señor Alcalde se manifestó que según le había indicado el señor Cura de la parroquia, el domingo próximo, once del actual, y en cumplimiento de la orden recibida del señor Obispo de esta Diócesis, se cantaría un solemne Te Deum en la iglesia parroquial, en acción de gracias por haber quedado libre, tanto la capital como los pueblos de esta provincia, de la terrible epidemia del cólera morbo asiático; enterado el Ayuntamiento, acordó asistir al acto.
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