SAN ANTONIO DE PADUA EN CARMONA (SEVILLA).

POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)

La Revista La Voz de San Antonio, fundada en 1895 por la Provincia Bética Franciscana, publica en el número 1.901 (mayo-junio) un artículo sobre la presencia del santo paduano en la ciudad de Carmona.. Comparto una parte del texto: “La primera vez que visité la ciudad de Carmona fue a finales de octubre de 2018, el motivo era la celebración del XLIV Congreso Nacional de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Los trabajos del Congreso me impidieron acceder a los monumentos de la ciudad. Seis años después he podido hacerlo, deteniéndome, especialmente en dos de sus edificios religiosos: la iglesia prioral de Santa María de la Asunción y el Convento de Santa Clara.

LUCERO QUE BRILLA AL AMANECER

Situada en lo más alto de Los Alcores, confirmo que Carmona es una de las ciudades de mayor abolengo histórico de la provincia de Sevilla. La inscripción en su escudo lo condesa todo: “Sicut Lucifert lucet aurora ita in Vandalia Carmona” (Como el lucero brilla al amanecer, así brilla en Andalucía Carmona). El lucero que figura en él parece que hace referencia a la estrella de la mañana que vio Fernando III en el momento de conquistar las defensas de la ciudad. Sus distintas denominaciones pregonan el papel de la ciudad en sus diversas invasiones. Su nombre es de raíz semita “Kar”, que significa ciudad y se explica por su probable fundación fenicia. Los romanos le llamaron “Carmo”, y los árabes “Qarmuna”.

SAN ANTONIO EN LA IGLESIA PRIORAL

Desde la Puerta de Sevilla tomo la calle Prim, por ella llego a la Plaza de San Fernando, centro administrativo y comercial de la Carmo romana. A ella confluían las dos calles principales del entramado urbano de la ciudad: el Cardo y el Decumano Máximo. En la plaza hay edificios de diferentes facturas que van desde el siglo XVI al XIX, entre ellos la Antigua Audiencia, el convento de la Madre de Dios, y una casa de estilo mudéjar revestida con artísticos azulejos.

Por la calle Martín López me encuentro con la Casa-Palacio de los Rueda, con hermosa portada-retablo. Casa-Palacio de los Aguilar, hecha en 1697, fue en tiempos sede de la casa consistorial. Así llego a la Iglesia Prioral de Santa María de la Asunción. Levantada sobre el solar de la antigua mezquita mayor. De la mezquita se conserva el patio de las abluciones. En el fuste de una de sus columnas, hay grabado un calendario litúrgico visigodo. En el patio está la llamada “Capilla de los Apóstoles”, construida en el siglo XV, presidida por el retablo de la Santa Cena, acompañado por las imágenes de San José y San Antonio de Padua. En el cuerpo superior hay tres pinturas sobre tabla que efigian los Siete Dolores de la Virgen, San Francisco de Asís y San Antonio de Padua.

SAN ANTONIO EN SANTA CLARA

El paseo paduano llega a la calle Santa María de Gracia, patrona de Carmona, en ella está el Convento de Santa Clara, fundado en 1460, construido sobre un espacio segregado del conjunto palaciego que la familia Ponce de León poseía en la collación carmonense de Santiago. Del último tercio del siglo XV y comienzos del XVI datan la iglesia conventual y el claustro. La arquitectura combina el Mudéjar, Renacimiento y Barroco. La iglesia, de estilo mudéjar con una sola nave, tiene cubiertas de crucería en el presbiterio y de artesonado de madera con decoración mudéjar en la zona de los fieles. El claustro de dos plantas es de arcos semicirculares enmarcados en alfices en la planta baja, y arcos escarzanos y alfices sobre pilastras octogonales de ladrillos en la planta alta. Tanto el claustro como la iglesia conservan decoraciones de azulejería de la época.

Es durante los siglos XVII y XVIII cuando la iglesia adquiere su aspecto actual. A mediados del XVII se ejecutan las pinturas murales del presbiterio y se encargan a Juan de Valdés Leal los grandes lienzos sobre la vida de Santa Clara que, en la actualidad, se encuentran fuera de Carmona. Además, se añade la serie pictórica de arcángeles y santas recorriendo los muros de la nave, teniendo su procedencia en un taller seguidor de los modelos de Zurbarán. En el muro de la Epístola está, hecho a pincel, la aparición del Niño Jesús a San Antonio.

El retablo mayor se divide en tres calles y el ático, obra de Felipe de Ribas, año 1645. En el primero de ellos se encuentran San Francisco de Asís y San Buenaventura; en el segundo, San Juan Beltrán, Santa Clara y San Juan de Capistrano; en el último, flanqueando la Asunción de la Virgen, Santa Isabel de Hungría y Santa Isabel de Portugal; en el ático, Dios Padre. En el siglo XVIII tiene lugar la construcción de la portada del compás con puertas gemelas de arco de medio punto y pilastras toscanas, obra labrada en el año 1705 por el cantero Juan Antonio Blanco. Y en esa misma centuria se añaden la torre del campanario y la torre mirador, adquiriendo así el conjunto el aspecto con el que ha llegado a nuestros días.

La hermana Verónica Nzula Kioli gobierna la comunidad formada por catorce hermanas, una española y trece procedentes de Kenia (África). El convento pertenece a la Federación Bética de Clarisas Ntra. Señora de Loreto, en la que la abadesa Verónica Nzula es Consejera. Las clarisas carmonenses elaboran una artesanal repostería, destacando la afamada “torta inglesa”. El retablo e imagen de San Antonio de Padua se sitúa en el muro de la Epístola, frente a otro que escenifica una Sacra Conversatio, donde el Crucificado se ve acompañado por la Virgen María y el apóstol San Juan. San Antonio es obra de autor anónimo del siglo XVIII, su mano derecha sostiene un ramo de azucenas, con la izquierda porta las Sagradas Escrituras, sobre las que está sentado el Niño Jesús, imagen de vestir. Las hermanas clarisas celebran con un triduo su adhesión a la festividad de San Antonio, voz de caricia y consuelo, predicador insigne y un intercesor poderoso”.

FUENTE: https://www.facebook.com/manuel.garciacienfuegos

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