¿QUIENES SON ESTOS NIÑOS?

POR MIGUEL FORCADA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA (CÓRDOBA).

El rio Salado, primer origen del rio Guadajoz, afluente del Guadalquivir, nace en el “Llano Lopera”, cara Sur de la Tiñosa, muy cerca de la aldea de Las Lagunillas. Bordeando la sierra hacia la cara Este, dirige sus aguas en dirección sur-norte a través de la llamada “depresión Priego-Alcaudete”, y atraviesa el desfiladero de las Angosturas hasta unir sus aguas a las del rio San Juan, formando el Guadajoz.

Todas las aguas que recibe el Salado por su orilla izquierda hasta llegar a Priego, proceden de la sierra Tiñosa, pero es al cruzar ante el extremo Oeste de la sierra de Albayate, bajo la mole guerrera de Peñas Doblas, cuando sus aguas cruzan un paraje en el que se convierten en saladas debido a las surgencias salinas y ferruginosas de origen subterráneo.

En este mismo lugar se construyeron, no sabemos en qué siglo, muros de contención y embalses del agua para conseguir la extracción de sal. Ya a finales del siglo XIX o comienzos del XX se abandonó esta salina y, un kilómetro más abajo, se creó una nueva instalación, muy extensa y dotada de todos los servicios necesarios para el mejor funcionamiento de la industria salinera. Mantuvo esta empresa su actividad, bajo la propiedad de la familia Montoro Portellano, hasta los años ochenta del siglo pasado. Hoy es una finca de recreo, en la que se practican actividades equinas y taurinas, así como eventos festivos y sociales.

Hoy he vuelto a visitar este lugar que siempre me pareció un paraje que daba vida a un ecosistema interesantísimo. El motivo de esta visita ha sido que hace unos días encontré, sin buscarlo un documento de extraordinario interés.

Como miembro del Seminario de Investigación del Medio y Cultura Andaluza (creado en el seno del Movimiento de Renovación Pedagógica “Marcos López” y del Centro del Profesorado Priego-Montilla), participé en 1988 en un estudio del ecosistema existente en este paraje de la antigua salina, realizado por un equipo formado por varios profesores y por un grupo de alumnos de 8º curso de EGB. De aquel estudio se ha conservado un dossier compuesto por 42 folios repletos de descripciones, apuntes, informes, fotografías, dibujos y gráficos que intentan explicar cómo era aquel ecosistema, sumamente complejo a causa de la extraña mezcla de aguas dulces y saladas que producen flora y fauna tan distinta.

En el citado dossier se describen, con ayuda de guías o diccionarios, un total de 32 plantas y 22 animales (insectos, anfibios, aves…) recogidos sobre el terreno; aparecen 16 fotografías y 15 dibujos en color de distintas plantas. Entre las plantas estudiadas, aparecen entre otras, el ajoporro, la anea, la zarzamora, hinojo, diente de león, poleo, campanilla, romero… Y entre los animales, varias especies de saltamontes, garapitos, mantis, libélulas, ranas, tortugas, pulgas de agua, culebras y pato salvaje… entre otras.

Sería interesante realizar un estudio comparativo actual de este paraje de la antigua salina. Podríamos llevarnos la desagradable sorpresa de que algunas plantas y y algunos animales se han extinguido en la zona… También presenta el dossier una breve descripción acompañada de un plano, de la salina, que en aquel momento estaba en explotación, con 8 personas trabajando allí, pero que se clausuró pocos años después.

El documento que hemos resumido se produjo hace ahora 38 años. El ecosistema que en él se estudia se mantiene en su complejidad; aunque la salina no existe, el rio Salado sigue llevando sal desde ese lugar. ¿Y esos niños que aparecen en la fotografía, observando atentamente las plantas que han encontrado?, ¿quiénes son?, ¿dónde están?, ¿influyó aquella experiencia en sus estudios posteriores y en su profesión? Ellos pueden tener ahora en torno a los 49 años de edad… Aunque he intentado identificarlos, hasta ahora ha sido imposible…

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