DESDE MI TORRE MUDEJAR: TOROS EN LA PLAZA DEL ARRABAL

POR RICARDO GUERRA SANCHO, CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO (ÁVILA).

Plaza del Arrabal, Arévalo

Verán amigos lectores, lo vivido el domingo pasado en la Plaza del Arrabal, bien requiere unas líneas. Porque me ha traído a la memoria escenas de hace años cuando esta plaza arevalense, por unos días de las Ferias y Fiestas se convertía en improvisado coso taurino.

El último espectáculo taurino a la antigua usanza celebrado en esta plaza-coso, se celebró en las Ferias de 1957, esas plazas «de palos» que se construían a golpe de martillazos uniendo palos de diversos calibres y ripias con gruesas y largas puntas… «puntas y más puntas…» figuraban en el presupuesto de la construcción de aquellas plazas improvisadas y que fueron los cosos taurinos durante siglos.

Primero fue la Plaza de la Villa, de la que teneos unas preciosas fotos y donde acaeció el episodio taurino de Isabel y los toros «enguantados». También en la Plaza del Real, como aquel correr toros «a la vieja usanza». Y hasta mediado el s XX, la Plaza del Arrabal, verdadero coso, el último de este género.

Luego llegaron las plazas portátiles entre las que destacó la de los hermanos Montes, la más longeva, hasta la moderna y extraordinaria plaza fija inaugurada en 2009, una espléndida plaza que alejó los peligros de la provisionalidad.

Como testimonio del coso de la primera mitad del s. XX, en la Plaza del Arrabal aún existe, en una parte de ella, el circuito dibujado por las piedras que delimitaban las empalizadas, fruto del momento de la urbanización que dejó asequible el lugar de los palos. Un coso, irregular para una plaza irregular…

El domingo, viendo ese toreo de salón en el Arrabal me vinieron recuerdos infantiles cuando esta plaza era el centro taurino de nuestras Frias y Fiestas… y saliendo de mi ensoñación, pude ver a un joven y pletórico torero, novillero hasta la semana pasada y ya matador tras su alternativa de Burgos.

Es Ismael Martín un torero muy joven y aún así con una gran trayectoria, es de esos jóvenes toreros y novilleros que tienen cualidades, estilo y amor propio y que prometen poder llegar a ser una figura, un relevo generacional de calidad y con las esencias del toreo, y eso la gente ya lo aprecia. Después de una buena trayectoria de novillero, ha tomado la alternativa hace unos días en Burgos con muy buen recuerdo y dos orejas y salida por la puerta grande como trofeos.

Pues no se había recuperado del esfuerzo y cansancio de esa tarde burgalesa tan intensa, y acudió la mañana siguiente a la cita prometida a la Peña Taurina Arevalense de estar aquí la mañana del domingo para estar con chavalitos que acudieron a la cita de pintar capotillos que organizó la Peña con la inestimable colaboración y organización de Mer Fidalgo y su taller de pintura, y del estilo de Ismael Martín, que dio unos capotazos en toreo de salón muy vistosos, y los chavales también.

Era una mañana muy agradable y en un espacio de la plaza, se instalaron unas mesas para los 25 inscritos. Daba gloria verlos pintar… después los diplomas, y el anunciado el toreo de salón. Se le vio pletórico con lo que hacía y totalmente complaciente con la gente menuda, una forma de hacer afición, de despertar las esencias culturales de nuestras tradiciones.

Ismael estará aquí el sábado día 13, lleno de ilusiones y un buen bagaje en nuestras Ferias, que ya están aquí, a la vuelta de la esquina…

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