POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
Hemos continuado este amor más de cuarenta años, que no es poco. Hemos vivido parte de este río que es la vida, la mayor parte plenos de dicha, en los reencuentros con personas estimadas y con lugares inolvidables. Hemos sufrido el dolor sobre la salud familiar, resuelto favorablemente a pesar de la gravedad, y la muerte de Miguel, mi hermano, el que me descubrió este amor por Benidorm , aunque descansa sobre suelo villanovense.Han partido en el barco de la eternidad, otros familiares y amigos de este periodo, jòvenes en accidentes; otros compañeros de charlas matinales de una España, en blanco y negro, el último, José, «el de Martos», junto al mar que tanto quería.
Varios conciertos musicales en el Parque de la Aigüera, o la Plaza de Toros, algunas funciones de teatro, exposiciones, visitas a la puesta en valor de yacimientos y del castillo.
La comida en los lugares cercanos, de Chus, Benipark, o El Pescaito, alguna incursión a la calle de los bares vascos, con excelentes tapas. Los helados y zumos de Ferreti, con ascendencia de José, de tierras de olivares, de Jaén. Nuevas amistades, que se han tejido en estas mañanas de encuentros madrugadores, con las charlas donde nos comunicamos todos los sentimientos: madrileños, vascos, manchegos, franceses, portugueses, belgas, ingleses, asturianos,castellanos, leoneses, alicantinos, andaluces… un puzle de lugares, pero trenzando la amistad en el día a día, considerando a veces como una auténtica familia.
“Como las olas del mar, los días y las horas baten nuestro espíritu llevando en su seno un dolor o un placer determinado que siempre acaba por pasar de largo”. Manuel Vicent.
La construcción del Paseo de Poniente
Se sufrieron dos o tres veranos, las obras de construcción de este paseo.
Este Paseo de Poniente, realizado en 2008, por los arquitectos Carlos Ferrater y Xavier Martín Fali, que recrea las formas de los acantilados y oleajes. Esta obra tuvo varios premios y reconocimientos por el trazado y evolución del proyecto, “por su regeneración urbana”. Obra con una gran aceptación por los numerosos paseantes y visitantes, aquí se dan la mano la arquitectura y los vecinos. Sombra, luz y armonía. En esta obra participó un ingeniero ubetense de apellido Diosdado. Las observaciones que podemos reclamar, se refieren al mantenimiento de la vegetación y que es responsabilidad municipal. En los lados del paseo se colocaron sabinas, palmeras y matorral típico mediterráneo. Afortunadamente se ha realizado el cambio de las maderas que conducen a la playa y se ha intentado una colocación adecuada.
Despiertan nuestra atención dos edificios diferentes, el impresionante, Hotel Bali, con su altura próxima a los doscientos metros, y el In Tempo, casi con la misma altura y que por fin han finalizado las obras . Nuevas e interesantes construcciones se levantan con rapidez, cercanas al Hotel Delfín y que cambiarán el aspecto de esta zona en breve. Causan optimismo las numerosas zonas acotadas de campos de voleibol playa, ahora desiertos, pero un hervidero de niños, jóvenes y entrenadores en la tarde. de playas tropicales. Llegamos al final de este paseo, en donde curiosamente perdemos de vista “La Isla”, suena a magia.
He visto una calle con el nombre de Genaro Navarro, que me suena a un diputado de Jaén,
Un museo nos informa del excelente resultado de la intervención arqueológica Castellum del Tossal de la Cala. En el otro tramo final de esta Playa de Poniente, en el lugar más visitado, el Castillo, se ha buscado encontrar el primer castillo de la villa; lo han puesto en valor, lo que sumará mayor interés por este lugar.
.- La Covid 20. Parcelas en la playa
El coronavirus supuso para España, además del gran dolor por las numerosas muertes, un auténtico vendaval de tristeza para el sector turístico. Benidorm fue una de las ciudades más afectadas por el bajón de visitantes. El miedo al contagio, motivó que numerosos negocios tuviesen que cerrar. En julio, silencio, desolación tristeza y soledad en sus vías principales; diversos negocios con el letrero de cerrado o se traspasa. Agosto supuso un ligero aumento de población, del inicio de nuevas actividades,
Dieron el número de 5.600 parcelas para la playa de Poniente. Opino que su parcelación, fue un acierto, espacios de 4×4 metros cuadrados para cuatro personas, separadas por unas cuerdas “marineras”, sujetadas a diferentes palos hincados en la arena. En Poniente se formaban colas de personas con sus sombrillas y sillas para entrar en la playa. Las playas se han cerrado al público a las nueve y media. El equipo formado por Rosa, Sonia, Jaime, Martos y Juan Daniel, era el responsable de “abrir” la playa. Se obtenían fotos por los transeúntes antes este novedoso hecho. Unos “san Fermines” a la espera del “chupinazo”. Gran labor la realizada y que ha resaltado el amor por lo que se hace, contribuyendo a valorar el nombre de Benidorm, en uno de los veranos más complicados.
Conocimos a personajes singulares o profundizamos la amistad con otros.
Sebastián Velarde, una sonrisa permanente. Sebastián nació en Perú, farmacéutico. Fue el responsable de los hidropedales en la playa de Poniente. Verónica Cortés, socorrista, formó parte de grupo de personas responsables de la seguridad de todos los bañistas, subida a su atalaya, como socorrista. Excelente la labor que realizaron.
A pesar de esta pandemia mundial, Benidorm supo estar a una gran altura. Mientras podamos será el lugar soñado, para estos meses de verano. De compartir, sol, aguas cálidas y amistad, que es una semilla que perdura.
FUENTE: CRONISTA M.L.F.