POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
En la Plazuela de la Ararjea también conocida popularmente como de las Tunas, ya están los dos puestos que año con año nos ofrecen este delicioso fruto de la tierra zacatecana.
Gracias a mi muy apreciado amigo Daniel Hernández Ramírez acabo de probar las primeras de este año. Tuvo la gentileza de invitarme y disfruté de dos montoncitos de tunas cardonas que poseen ese característico color carmesí y un sabor muy especial.
La más antigua crónica en la que se menciona este fruto, se la debemos al padre Alonso de la Mota y Escobar en su Descripción geográfica de los reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León [1605-1606].
Refiere que tuvo noticias de que a mediados del siglo XVI, época del descubrimiento de las Minas de los Zacatecas había “mucha arboleda y monte en estas quebradas, las cuales todas se han acabado y talado con las fundiciones, de manera que si no son unas palmillas silvestres, otra cosa no ha quedado”.
Y agrega que en “tiempos de la gentilidad”, es decir, antes de la llegada los españoles, esto era un “ámbito de serranía y bosque” y también era “el más famoso coto de corzos, liebres, conejos, perdices y palomas que tenía ningún señor en el mundo, y así gozaban de él los señores y caciques que lo poseían, cuya nación y vasallos se llamaban zacatecas, de cuyo nombre se le quedó a esta ciudad de los Zacatecas. Tiene este bosque gran cantidad de fruta que acá llaman #tunas, que de suyo nacen y se fructifican sin beneficio alguno, y juntamente produce este bosque gran diversidad de flores olorosísimas”.
Buen provecho.