POR ÁNGEL RÍOS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE BLANCA (MURCIA).
Tal día como hoy, pero de 1813, vino a Blanca el Cabildo y Coro de la Catedral de Murcia, huyendo de la “fiebre amarilla”, permaneciendo hasta el 25 de octubre, cuando se tuvo certeza de que ya había desaparecido el peligro. También estuvo el obispo D. José Ximénez Sánchez, que había venido con motivo de la Santa Visita Pastoral y, cuando se confirmó de que el peligro había desaparecido de Murcia, este “ejército” clerical volvió a la capital.
En el inventario de la Iglesia Parroquial de San Juan Evangelista de Blanca figura un cáliz de plata repujada y cincelada, datado en 1786, realizado por el orfebre murciano Juan Esbrí Ruiz Funes para el Obispo de Cartagena D. Manuel Felipe Miralles (1785 – 1788), con los Cuatro Santos de Cartagena (San Isidoro, San Leandro, Santa Florentina y San Fulgencio) y temas eucarísticos (cordero, vides, arca de la alianza, espigas de trigo) y de la pasión (clavos, martillo, tenazas, esponja, caña, lanza y túnica), del que se dice fue traído por el clero catedralicio cuando vino en el verano de 1813 huyendo de la “fiebre amarilla” y dejado como recuerdo de su estancia. Este cáliz está catalogado por el profesor D. Jesús Rivas Carmona, siendo sus medidas 25 cm de altura y 15,5 cm de ancho.