POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
Desde el año 2011, el cronista que escribe estas líneas fue eligiendo año a año a las personas que -entre otras muchas posibles- merecían ser catalogadas como “parragueses dignos de elogio”.
La entrevista a cada uno de ellos fue publicada en la revista o portfolio anual de la Fiesta de El Bollu – La Peruyal.
Los seleccionados y seleccionadas fueron:
2024 – JOSÉ IGNACIO MANZANO SÁNCHEZ
2023 – ALEJANDRO MIYARES FERNÁNDEZ
2022 – JORGE MARTÍNEZ FRAGA
2021 y 2020 – (No hubo revista ni fiesta por la pandemia).
2019 – ILUMINADA VILLAR CORTEGUERA
2018 – HERMANOS PEPITO Y GIL FONDÓN ÁLVAREZ
2017 – JUAN MANUEL FELIZ GRANDA
2016 – JUAN CARRIO LARIA
2015 – LAUDELINA SÁNCHEZ BLANCO
2014 – FLORENTINO FERNÁNDEZ DEL VALLE
2013 – EMILIO SOLA CASTAÑO
2012 – MIGUEL GONZÁLEZ SOMOVILLA
2011 – MARÍA LLAMEDO IGLESIAS
Esta es la entrevista publicada estos días:
——————————- PARRAGUESES DIGNOS DE ELOGIO 2024——————————-
————————————– José Ignacio Manzano Sánchez ———————————
—— (Entre la nostalgia, el éxito y el diálogo permanente con el paisaje y el paisanaje) —–
José Ignacio Manzano Sánchez (Nacho Manzano) nació en la parraguesa localidad de La Salgar (parroquia de Sto. Tomás) en el año 1971.
En La Salgar fue donde Nacho -como todos le conocemos- aprendió con sus padres el valor de lo rural, de la naturaleza y de los productos de la tierra.
Con su madre en los fogones de Casa Marcial y con su padre atendiendo a los clientes con esa forma siempre hospitalaria y atentamente servicial, Nacho y sus hermanas supieron prolongar esa manera de entender la vida sin olvidar las tradiciones gastronómicas, evocando el recuerdo a través del paladar, pero añadiendo los más variados toques de modernidad que sorprenden al cliente desde el primer momento.
Recuerda Nacho que fueron unos “tortos” -coronados con un revuelto de queso de Cabrales y cebolla- el primer plato que cocinó en La Salgar cuando él sólo tenía 13 años.
El cronista que redacta estas líneas tuvo como alumno a Nacho en el Colegio Público “Río Sella” de Arriondas y -poco después- con 15 años, nuestro creativo cocinero empezó -“a la vieja usanza y como pinche”, cuenta él- a desarrollar su vocación profesional en el restaurante Casa Víctor de Gijón.
A los 22 años asumió la responsabilidad de tomar el mando de su propio restaurante en el antiguo bar de sus padres “Casa Marcial” y -a partir de este momento- empieza su nueva faceta como cocinero y como prometedor empresario.
Nacho Manzano -con sus hermanas Esther, Olga y Sandra- además de su sobrino Jesús, gestionan un puñado de restaurantes en Asturias. El primero, Casa Marcial (parroquia de Sto. Tomás) en el concejo de Parres, con el que consiguió dos estrellas Michelin. También La Salgar (en Gijón) que dirigió Esther durante dieciséis años, hasta que llegó la pandemia (2004-2020) con el cual obtuvo una estrella Michelin; Gloria (en Gijón y Oviedo), sumando además los aclamados restaurantes NM y Nastura (en Oviedo) y Narbasu (en el Palacio Rubianes de Cereceda).
Chus Sánchez Manzano -de 24 años e hijo de Esther- ya está situado en una muy buena línea de salida sucesoria de esta saga familiar cocinera con tanto peso en Asturias.
Nacho es desde el año 2009 director gastronómico y socio de “Ibérica Restaurants” en el Reino Unido, con cinco restaurantes en Londres y uno más en Leeds.
Dice Nacho que él no se pone límites y que está abierto a otros productos, técnicas e inspiraciones, experimentando, empleando y probando de otras zonas.
Quién les iba a decir a sus padres que -por ejemplo- el “pitu caleya” y la fabada asturiana de Esther y Nacho Manzano acabarían recorriendo los caminos de España y llegando a los domicilios particulares de quien los solicitase, con menús para varias personas.
Platos recién cocinados, adecuadamente envasados y con inmejorable presentación, listos solo para calentar y servir. Lo mismo que su “caja de fabada” contiene un menú para cuatro personas que consiste en croquetas «Casa Marcial», fabada asturiana y arroz con leche.
Con dos estrellas Michelin -único en todo el Principado- Casa Marcial ha puesto a La Salgar en el mapa de la cocina asturiana, rodeada de prados verdes y a escasos kilómetros del mar, en tiempos en los que tanto se habla de la España vaciada.
Cuenta Nacho que el reconocimiento es importante porque hace que el trabajo tenga visibilidad y que -por supuesto- le produce satisfacción personal, pero admite que se olvida de haber recibido un galardón a las pocas horas.
«Nunca cocino pensando que soy Premio Nacional de Gastronomía o que tengo dos estrellas Michelin», confiesa. Su única preocupación en el mundo de la gastronomía es ser un poco mejor cada día.
En sus más de treinta años de dedicación ha visto pasar por sus restaurantes a muchos trabajadores que salen inspirados para poner en sus lugares de origen restaurantes que pongan en valor sus lugares de origen, modelos que replican en sus comunidades o países de nacimiento, fijando población especialmente en las zonas rurales.
Sacar el máximo partido con la máxima excelencia, siendo sensatos en cada gesto, repite Manzano al frente de su brigada o equipo de cocina de Casa Marcial.
La pandemia del coronavirus marcó un antes y un después, de forma que Nacho insiste en que hay que tener una vocación especial y mantener en el tiempo un modelo perdurable.
Procura compensar el mucho esfuerzo de su dedicación con más vacaciones y algunos cierres estratégicos como en Navidad o antes del verano, cuando deberá servir a cerca de 40 comensales por turno, y para ello trabaja con un equipo muy motivado que deja en los comensales no solamente una huella en el paladar, sino en la memoria, de forma que después se materializará en el boca-oreja que irán transmitiendo y que -según Nacho- será la mejor y más segura red social que dé publicidad a la propuesta materializada de su vocación desde los 13 años.
Dice que ese método ya funcionó para llenar el restaurante desde que abrió y que siempre ha sido el más efectivo para transmitir lo que supone ir a cualquiera de sus restaurantes.
Él suele preguntar a sus clientes cómo lo están pasando en sus establecimientos, no cómo están comiendo, porque lo que más le importa es que perdure el recuerdo de la experiencia completa.
El día 18 de julio de 2014 el Ayuntamiento de Parres reconoció a Nacho Manzano como Hijo Predilecto del concejo de Parres en un acto en el que también se le concedió al prestigioso cocinero de Cangas de Onís, José Antonio Campoviejo, -con establecimiento hostelero en Arriondas y una estrella Michelin- el título de Hijo Adoptivo, reconociendo la gran labor de promoción del concejo que ambos realizan con sus ejemplares y varias veces galardonados establecimientos. Ellos hacen de Parres un concejo privilegiado gastronómicamente y sus estrellas hacen del mismo un punto de referencia especial.Tratar de emocionar a los clientes con sabores, texturas, presentación de los platos y productos muy seleccionados -sean estos verduras, legumbres, pescados, carnes, postres y tantos otros- es dedicación diaria de este parragués digno de elogio de cuyas manos nacen cada día ideas que se hacen realidad en platos con magia.Nuestro deseo es que Nacho Manzano y toda su familia gocen durante largos años de una vida llena de salud y bienestar, disfrutando con el reconocimiento que bien se merecen por su aplaudido trabajo.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez