‘CARMEN’, LA OFMAN Y CUATRO SOLISTAS DE EXCEPCIÓN EN EL PALACIO DE BAZÁN

POR JOAQUÍN MUÑOZ CORONEL, CRONISTA OFICIAL DE CORRAL DE CALATRAVA (CIUDAD REAL)

El estreno de la obra fue en la Opera Cómica de París el 3 de marzo de 1875, constituyendo un éxito a pesar de que se haya difundido la falsa idea de su relativo fracaso

Fue todo un lujo poder contemplar la ópera Carmen en este palacio renacentista. Si bien la obra carecía de decorados (los del Palacio son mil veces más nobles), tampoco se utilizaría el vestuario correspondiente a la época en que se escribió Carmen. Se pretendía dar así una visión de contemporaneidad, con prioridad absoluta al amor, y a las difíciles -y a veces trágicas- relaciones amor-celos-desamor-tragedia. Una obra del XIX, ambientada en el XXI, y representada en un marco del XVI. Todo un reto, que superaron ampliamente los extraordinarios solistas (Anastasia, Enrique, Marta y Antonio); la ya familiar OFMAN, con su director Fancisco Antonio Moya, y el director de escena (de Albacete), Juanma Cifuentes. Pero conozcamos la obra más en profundidad.

Ciertamente, la ‘España tópica’, es el escenario que Georges Bizet (París 1838-1875) eligió para Carmen, su ópera póstuma, larga obra de 4 actos, basada en una breve historia de Próspero Mérimée (1845), con libreto de Henry Meilhac y Ludovic Halévy. El estreno de esta obra tuvo lugar en la Opera Cómica de París el 3 de marzo de 1875, constituyendo un éxito a pesar de que se haya difundido la falsa idea de su relativo fracaso: Nada menos que treinta y siete representaciones siguieron al estreno.

En resumen, se trata de una obra cautivadora -trágica y apasionada- que representa el amor incontrolado a través del dolor, la pérdida y la muerte, en contraposición a la concepción romántica y de pureza del amor. Podemos decir que es una historia ‘en carne viva’. En la representación, ningún aditamento (ni decorados ni vestuario) que pudiera desviar la atención de la tragedia que estaba por llegar. Ni siquiera la pantalla de sobretítulos, que, por su altura, la iluminación y la dificultad de encajarla entre los arcos del palacio, privó al público de seguir el desenlace en español, de una obra cantada en francés. La necesidad de aligerar algunos de sus números, y la evitación de cambios de decorado, acortó la obra a algo menos de la mitad, sobre las más de tres horas de la versión íntegra.

MONTAJE AD HOC

Lo cual fue de agradecer, porque no es un escenario preparado ad hoc… Pero sí es encomiable que las piedras nobles de nuestros nobles edificios, se ennoblezcan de vez en cuando con la nobleza humana de quien las visita, para un fin tan artísticamente noble. La música todo lo cura, y ser felices en un espacio que tantas vicisitudes sufrió, es un hermoso empeño conseguido. Por lo demás, excelente elegancia y sensibilidad musical del Este la de Anastasia, víctima de un amor descontrolado… Poderío subordinado, floreciente y en alza de Marta Heras. Y dignísimas actuaciones del barítono valenciano Antonio Alonso, -hombre grande y potente, con escaso aspecto de “toreador”, pero de fuerte y timbrada voz-, y del tenor Enrique Ferrer, muy versátil y muy académico en su oficio, que encantó al auditorio.

Al término de la función, charlamos con el director de escena, el albaceteño Juanma Cifuentes. Bien conocido como actor por algunas serie de televisión, y el inmortal Sancho del musical ‘El hombre de la Mancha’ (Paloma San Basilio y José Sacristán, Teatro Lope de Vega de Madrid, 1997-1998). Luego han venido series para TV y películas: “Bueno yo soy el ‘Rogelio’ de ‘La que se avecina’ o el ‘Miguelón’ de ‘Gym Tony (Mediaset España), y varias series más… Luego, Fernando Fernán Gómez me escribió un texto llamado ‘Defensa de Sancho Panza’… Con el que hice muchas giras, y conseguí todos los premios como actor en Nueva York, Miami, Puerto Rico, México, y en España (Premios Max). Aquello me lanzó bien, e incluso he venido al Corral de Almagro con una obra sobre Lope… Como director de escena he trabajado también con óperas en la productora ‘Telón’, de Albacete. Recientemente hemos visto ‘La Traviata’ o ‘Tosca’, y pronto podremos aplaudir ‘Madama Butterfly’.

La obra musical

También recogíamos algunas opiniones del director de la OFMAN, Francisco Antonio Moya: “Ha sido un arreglo ‘ex profeso’ para doce músicos, obra de un arreglista inglés amigo mío llamado Jonathan. Y me siento muy satisfecho de que la orquesta siga haciendo proyectos de calidad en  muchos lugares… De ópera a zarzuela, pasando por Beethoven o la música de cine”. El director de la OFMAN define a Carmen como “Una obra a caballlo entre el belcantismo y el verismo. Todos sus números son muy conocidos, y aunque hemos hecho una reducción, la historia se entendía a la perfección, y las partes importantes han sonado todas… Tiene mucha música española (habanera, seguidilla…), y está muy imbuida de España”. He ahí el ‘toreador’… Pero la habanera famosa, no es de Bizet, sino de Iradier, cuyo número original se llama ‘El arreglito’.

Elenco

Anastasia Antropova (mezzosoprano, Rusia): Carmen

Enrique Ferrer (tenor, Madrid): Don José

Marta Heras (soprano, Zaragoza): Micaela

Antonio Alonso (barítono, Valencia)Escamillo

Juanma Cifuentes (Albacete): Director de escena

Borja Mariño: Maestro pianista repetidor

Francisco-Antonio Moya: Director musical

Orquesta Filarmónica de La Mancha “OFMAN”

Las tres piezas más famosas de la ópera son: ‘La flor que me tiraste’ (Don José); ‘El amor es un pájarillo rebelde’ (Carmen, Habanera), y ‘La bofetada te la puedo devolver’ (Escamillo, Toreador). Precisamente a este respecto, queremos reseñar que la Habanera de ‘Carmen’ no es una pieza ciertamente original. Es su autor el vasco Sebastián de Iradier (Lanciego, Álava,1809-Vitoria, 1865). Iradier fue un compositor español muy prestigioso que viajó abundantemente, y llegó a relacionarse con la alta nobleza, incluida la emperatriz española Eugenia de Montijo en París. Fue conocido principalmente por sus habaneras y especialmente por la titulada La paloma, compuesta sobre 1860 tras una visita a Cuba.

Ésta se hizo extremamente popular en España y en América, y lanzaría a la habanera casi al estrellato… (La ciudad de Torrevieja celebra un Certamen anual de Habaneras). Pues bien, su pieza ‘El arreglito’ fue escuchada por Bizet, y con alguna modificación y letra, la incluyó en su ópera ‘Carmen’ (El amor es un pájaro rebelde, como habanera). Bizet afirmaría haberla utilizado creyéndola de autor anónimo, es decir, perteneciente al acervo folclórico popular. Cuando descubrió su error, Bizet añadió una nota en la partitura vocal de la ópera, reconociendo su origen.

Esta pieza fue grabada en el año 2000 por Axivill Criollo, la agrupación que dirigió el vihuelista ciudadrealeño Felipe Sánchez Mascuñano. El CD se editó en la colección RTVE, bajo el tíulo “En un salón de la habana” Habaneras y contradanzas”. Quince piezas que son un pura delicia.

TRAGEDIA Y ESPECTÁCULO

Carmen pertenece a La Opera Comique francesa tradicional, en la cual, arias y coros están entrelazados con diálogos hablados, de forma similar a lo que podemos encontrar en los “singspiels” alemanes. Para la primera producción vienesa en octubre de 1875, meses después del fallecimiento del autor, un amigo de aquél, Ernest Guiraud, reemplaza los diálogos por recitativos y suprime parte del texto… Incluso alterando la instrumentación e interpolando un ballet, dando a la ópera un giro hacia “La Gran Ópera”con su gran peso emocional. Sin embargo, esta transformación no desbancó a la versión original, siendo así que hasta el día de hoy ambas mantienen su vigencia.

La representación de la vida proletaria, la inmoralidad de los personajes y el trágico final fueron muy controvertidos para el público de la época. Y no fue hasta las primeras representaciones en el extranjero, cuando Carmen empezó a ganar la popularidad mundial con la que hoy se la conoce. Bizet falleció tres años después del estreno y no pudo llegar a vivir el éxito que su adaptación tendría en el futuro. Hoy, según las estadísticas de ‘Operabase’, Carmen ocupa el tercer lugar de las óperas más representadas en el mundo.

Estamos en una Sevilla ambientada en los años 1820, y se nos cuenta la trágica historia de una joven cigarrera gitana llamada CarmenDon José, un joven y apuesto cabo de la guardia, se enamora de una gitana Carmen, aunque está comprometido con Micaela. El amor y la pasión del joven por la seductora gitana, acaban corrompiéndolo y alentándolo a renunciar a sus deberes como soldado, entrando a formar parte de una banda de contrabandistas. Tal vez por esa razón, la apasionada Carmen cambia su atención amorosa hacia el torero EscamilloDon José, cegado por los celos y enloquecido por el abandono de su amada, acaba por asesinar a  Carmen… Ocupémonos ahora del escenario donde tuvo lugar esta ‘Carmen’.

EL MARQUÉS DE SANTA CRUZ

Don Álvaro de Bazán y Guzmán, primer Marqués de Santa Cruz, mandó levantar el Palacio de Bazán (1564-1586) en Viso del Marqués, a finales del siglo XVI. Y se trata de uno de los dos palacios (el otro estuvo en Granada) construidos por este marino, “caballero de la Orden de Santiago, capitán del Mar Océano y almirante de la Marina española”. Parece que la ubicación se debió a encontrarse a mitad de camino entre Madrid (sede de la Corte), y Sevilla, en cuyo puerto permanecía anclada la Armada Española, de la cual fue almirante don Álvaro durante el reinado de Felipe II.

“Don Álvaro de Bazán -según el investigador navarro Eusebio Goicoechea- peleó como caballero, escribió como docto, vivió como héroe, y murió como santo”. Su sorprendente palacio renacentista ha sido llamado ‘El Escorial de la Mancha’, y su escalera de doble derrame sirvió de modelo a la de El Escorial. Pero absolutamente todo el edificio -incluído el jardín- merece una detallada visita.

De don Álvaro de Bazán (cuyo apellido deriva del linaje del Valle del Baztán en Navarra, y hoy llevan 4.208 personas en España según el INE), diremos que fue memorable su actuación en la ‘Batalla de Lepanto’, a la que se unió con las treinta galeras de la ‘Escuadra de Nápoles’. Fue un hombre clave en la victoria de esta batalla de Lepanto (7/10/1571), e igualmente participó Álvaro de Bazán en la ofensiva que don Juan de Austria dirigió con éxito sobre Túnez. Nació en Granada en 1526, y falleció en Lisboa en 1588, con apenas 61 años.

Sus contemporáneos enaltecieron su figura; Mosquera de Figueroa afirmó de su carácter que “era de su natural el marqués afable y blando con los inferiores […]. Deseaba reducir a los que veía mal encaminados porque no cresciesen sus culpas. Con ninguna gente fue soberbio, ni a nadie trató con desdén […] ninguno militó bajo su estandarte que no aprendiese a ser buen soldado”. Lobo Lasso de la Vega señaló su “espíritu generoso” y “naturalmente piadoso y compasible”; Miguel de Cervantes, por su parte, le definió como “rayo de la guerra, padre de los soldados, venturoso y jamás vencido Capitán”.

DOCTO, HÉROE Y SANTO

Góngora le dedicó un epitafio: “No en bronces, que caducan, mortal mano, / oh católico Sol de los Bazanes / que ya entre gloriosos capitanes / eres deidad armada, marte humano […]”. Lope de Vega le dedicó el conocido “El fiero Turco en Lepanto, / en la Tercera el Francés, / y en todo mar el Inglés, / tuvieron de verme espanto. / Rey servido y patria honrada / dirán mejor quién he sido / por la cruz de mi apellido / y con la cruz de mi espada”.

Un Memorial de los servicios de la casa de los marqueses de Santa Cruz hecho en discurso de 170 años, redactado por su nieta, Eugenia de Bazán, resumió así sus servicios: “Rindió ocho islas, dos ciudades, veinte y cinco villas, y treinta y seis castillos fuertes: venció ocho capitanes generales, dos maestres de campo generales, soldados y marineros de Francia 4.753, ingleses 780, portugueses rebeldes de las islas, y de la armada del río de Lisboa, y tres galeones que estaban en Setúbal 6.460, esclavos que hizo en la isla Tercera y la del Fayal 2.500, turcos que cautivó 1.605, moros 2.138, dio libertad a 1.574 cristianos que estaban cautivos, rindió cuarenta y cuatro galeras Reales, veinte y una galeotas, veinte y siete bergantines, noventa y nueve navíos de alto bordo y galeones, una galeaza; y ganó en todas las ocasiones 1.814 piezas de artillería”.

En un ejemplar del periódico de Ciudad Real El Pueblo Manchego (1911-1938) se lee que “Según la tradición popular, cuando el Marqués de Santa Cruz fue a pelear a la batalla de Lepanto, pasó por Almagro y oró ante la imagen de la Virgen de las Nieves, que se veneraba en una pequeña ermita, ruinosa. Cuando en dicha batalla, la nave donde iba el marqués se vio comprometida por el enemigo, imploró la protección de la Virgen de las Nieves, prometiendo levantar una iglesia, lo que hizo al triunfar los cristianos”. Las obras costaron al marqués 62.770 reales, y la dotó de trece capellanías para su culto y cofradías de Calzada, Valdepeñas, Manzanares, Moral, Daimiel y Bolaños. Una poesía popular recogió la tradición en estos versos:

Virgen de las Nieves

yo te prometo,

si vengo bien del Turco

hacerte un templo

La Virgen de las Nieves, Patrona de Almagro, ha celebrado su Fiesta local precisamente el día 5 de agosto.

PALACIO, ARCHIVO, MUSEO

Es bien conocido el dicho popular de “El marqués de Santa Cruz hizo un palacio en el Viso… porque pudo, y porque quiso”. De planta cuadrada y estilo renacentista, sus muros y techos están cubiertos por frescos de doble temática: de un lado, con escenas mitológicas; del otro, con batallas navales en las que intervinieron el marqués y sus familiares. Diseñado por el italiano Giovanni Battista Castello, conocido como “el Bergamasco”, en los 22 años de su construcción contó con los pintores manieristas italianos Péroli.

Y puede que en algunos aspectos sirviera de modelo al monasterio de El Escorial. De hecho, en las plantas del El Escorial y del Alcázar de Toledo puede apreciarse el mismo estilo de austeridad y diseño, en base a las relaciones armónicas que caracterizaban al Renacimiento. De hecho, contaba con 4 torres en las esquinas, que debieron derrumbarse como consecuencia del terremoto de Lisboa de 1755.

Son numerosas las vicisitudes ocurridas en el palacio, durante el terremoto de Lisboa (1755), la Guerra de la Independencia (1808), y la Guerra Civil (1936). El palacio, que había sido declarado Monumento Nacional ya en 1931, sería restaurado por la Armada a partir de 1948, bajo la dirección del Almirante Guillén. Y fue alquilado en el mismo 1948 a la Armada por un periodo de 90 años, para su utilización  como ‘Museo-Archivo de la Marina Española’. Se logró gracias a una labor personal del que fuera director del Museo Naval, Julio Guillén Tato, acerca de Casilda de Silva Fernández de Henestrosa, descendiente de Álvaro de Bazán.

El pago del alquiler se estableció mediante el billete de una peseta de 1953, que lleva la efigie de Álvaro de Bazán, con el título de ‘Marqués de Santa Cruz’. Y, de hecho, hubo que hacer un cierto acopio de estos billetes antes de la aparición del euro (1/1/2002), para utilizarlos durante los 90 años de la vigencia del contrato, que se paga de esta curiosa forma, incluso con una moneda que ya no es de curso legal.

IGLESIA, TANATORIO, COCODRILO

Otro dato curioso. En la Iglesia de la Asunción de Viso del Marqués -contigua al palacio- descansó el féretro con el cuerpo de la reina Isabel la Católica, los días 10 y 11 de diciembre de 1504, con la comitiva que la trasladaba de Medina del Campo (donde falleció el 26 de noviembre), a la ciudad de Granada en cuya catedral reposa. Isabel decidió el lugar de su inhumación por la admiración que sentía por esta ciudad, y por haber sido escenario de uno de los hechos más simbólicos de su reinado: la conquista de Granada y el final de la Reconquista.

Y una curiosidad más. En la misma Iglesia de la Asunción, se muestra un ‘lagarto’ disecado (al decir popular),  de unos 4 metros de largo, adosado a una de sus bóvedas. Se cuenta que había sido ofrecido como ‘exvoto’ por el marqués, tras el regreso de uno de sus múltiples viajes por la costa africana. Actualmente, y como reclamo turístico, en la rotonda que da acceso a la localidad se alza una monumental copia del reptil. Mide 5 metros de largo, y pesa más de 1000 kilos en acero “Corten” (aleación inalterable de níquel, cromo, cobre y fósforo), cuyo autor es el artista valdepeñero José Lillo Galiani.

La idea fue convertirlo en un reclamo turístico de la localidad. Teóricamente, es la réplica del original, ubicado en la Iglesia, que corresponde a un ‘Cocodrilo del Nilo’ (Crocodylus niloticus). Lo cierto es que se colocó hace un par de años, y la redactora de lanzadigital.com Julia Yébenes (hoy directora) lo recogía en la edición de este diario del 29 de octubre de 2022.

FUENTE: https://www.lanzadigital.com/provincia/viso-del-marques/carmen-la-ofman-y-cuatro-solistas-de-excepcion-en-el-palacio-de-bazan/

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