POR RAFAEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLACASTÍN (SEGOVIA).
(Con gratitud a quienes ayudan a no olvidar…)
Un año más el deseo de homenajear a fray Antonio de Villacastín, ha obligado a retrasar la fecha de entrega del Premio que lleva su nombre y que se concede a “LA ATENCION, CUIDADO Y RESTAURACION DEL PATRIMONIO”, que este año ha recaído en el “Museo Provincial de Segovia” por la extraordinaria labor en relación con el Patrimonio arqueológico y que estará representado por El Doctor D. Santiago Martínez Caballero, su Director. Para ello convocamos para el sábado día 21 de septiembre próximo, a quienes deseen acompañarnos en Villacastín.
Espero demostrar, que pese a haber transcurrido más de 500 años de la marcha voluntaria de Antonio Moreno en busca del futuro que no esperaba en Villa Castín, que intentaba resurgir tras la alteración comunera ocurrida en el lugar, no hemos dejado de recordar a fray Antonio.
Motivos pictóricos, publicaciones y evidencias físicas han evitado y evitaran el olvido del Obrero Mayor, el alma de la construcción de El Escorial, sobre todo para quienes tienen inquietudes culturales. Así cualquiera que desee conocer la importancia del Obrero Mayor en la obra escurialense podría acudir a publicaciones tales como:
-“Los verdaderos artífices de El Escorial” de Amancio Portabales Pichel (1945) y del mismo autor: “Maestros Mayores, Arquitectos y Aparejadores de El Escorial”( 1952) , “La Historia de la Orden Jerónima” del Padre Sigüenza, “Las Memorias de fray Antonio de Villacastín” analizadas por fray Julián Zarco Cuevas( publicadas en 1916 y reeditadas en 1985) Agustino y Académico de la R.A.H., mártir por la fe (+1936) , la publicación por parte de los Aparejadores del facsímil “Fray Antonio de Villacastín, Símbolo de Aparejadores y Ayudantes de Ingeniería”(1944) y seguramente la idea de homenajearle fuera propiciada por los artículos de D. José Ortega y Munilla (padre del filosofo Ortega y Gasset) publicados en el periódico La Vanguardia titulados “Páginas Escurialenses”(cinco en total en 1922) ya que en ellos mantenía que”…fray Antonio de Villacastín merecía un homenaje en El Escorial o donde fuera…”,Carlos Barón en “Artes Servium Vitae” de abril de 2013, “Biografía de Fray Antón”, los artículos en El Adelantado de Segovia de quien esto suscribe y los de D. Antonio Horcajo de los días 13 y 14 de agosto pasado y sin añadir por el espacio que ocuparían, las dos páginas de la Bibliografía de la Academia de la Historia sobre su biografía, pero que se pueden consultar. Además existen las siguientes pinturas:
-El fresco pintado por Luca Giordano en la escalera del edificio del monasterio y El fresco del coro de la basílica de El Escorial, donde perpetuaron al fraile, El cuadro anónimo del Museo de El Prado, copiado de Luca Giordano.
En piedra y metal: La lápida de piedra de su enterramiento en un claustro del monasterio de El Escorial, frente a la que fue su celda, el monolito construido por los Aparejadores y Ayudantes de Ingeniería en 1944 en Villacastín, ubicado junto a la carretera N-VI que explica a quienes se acerquen a leer las placas grabadas en granito gris Villa erigido en honor de aquel, los memoriales realizados en el mismo. La placa esculpida por nuestro paisano, el escultor villacastinense Florentino del Pilar, conservada en el salón consistorial en la que figura representada la cabeza de aquel, además en la Villa de Villacastín hay una calle cuya placa lleva grabado su nombre.
Los 22 premios entregados por El Centro Segoviano de Madrid, continuador constante de la Memoria del Obrero Mayor, los homenajes celebrados periódicamente por el Ayuntamiento de Villacastín y desde la cesión del Premio por parte del Centro Segoviano referido, los realizados por el Consistorio en 2018, 2019 (en la pandemia 2020 y 2021 no hubo premio) y 2022, a lo referido, añadir la publicación del Cronista Oficial de la Villa titulada “Vidas Notorias“ en la que consta la biografía actualizada, y las conferencias para difundir la verdadera importancia del lego villacastinense en la considerada Octava Maravilla del Mundo. En la Biblioteca Nacional se conservan sendos dibujos de su persona de joven y anciano y en la Historia del Arte al estudiar El Escorial hay obligadas referencias a su gran labor.
Así pues y sin ser el listado exhaustivo, el olvido no será posible por la existencia de multitud de medios que nos lo recordarán y ya sólo dependerá del interés de los estudiosos o el deseo de sus paisanos por conocer la rica historia local, en la que fray Antonio ocupa lugar destacado, además de las biografías de otras personas notorias, que tampoco merecen el olvido. No entro en batallas que no puedo ganar y hay cuestiones dignas de ser silenciadas y que Dios juzgará, pero he entendido muy bien la diferencia entre: ofrecer ayuda y castigar.
Por tanto, afirmo convencido que no será posible olvidar a fray Antonio pues el rastro que de él hay en la Historia de El Escorial y en su pueblo natal y para los interesados por aquella, no tendrán más remedio que reparar en el alma de todo lo que en El Escorial se hizo.