POR JOSE LUÍS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ).
El Cabildo chiclanero, ante «la posible invasión de la epidemia de cólera morbo asiático existente en Cádiz y su bahía» reunió, el 7 de septiembre de 1885, tal día como hoy, a la Junta Municipal de Sanidad para acordar las medidas higiénicas-sanitarias que habrían de tomarse en caso de contagio y desarrollo del cólera en la ciudad:
«Primero: Nombrar cuatro brigadas sanitarias compuestas de un facultativo titular, Presidente [un concejal], un farmacéutico, uno o dos vecinos, dos Ayudantes y un agente municipal. Segundo: Establecer cocinas económicas encargadas de dar alimentos a los enfermos y a las familias pobres de los mismos mediante aviso del facultativo titular del Distrito. Tercero: Suministrar medicinas á los enfermos epidemiados, por orden del facultativo y con el sello de la Alcaldía. Cuarto: Los ayudantes de las brigadas serán encargados de la traslación de enfermos por medio de camillas desde las casas al Hospital y de los cadáveres en un carro al Cementerio, así como también practicarán en el lugar que se designe, la quema de los efectos que se crean necesarios y hayan servido á los coléricos.»
Ninguna de ellas, llegarían a implantarse, pues a lo largo de todo el mes y el siguiente, no hubo ningún caso de cólera en Chiclana. Las autoridades sanitarias achacaban esta ausencia al rio Iro, que eliminaba en sus mareas las inmundicias y detritus de la población; causa principal de contagio del cólera.
Bibliografía:
-ARAGÓN PANÉS, J. L. (2009): «Chiclana de villa a ciudad, crónica municipal del reinado de Alfonso XII». Fundación Vipren. Imprime Alograf S. L. Chiclana de la Frontera.
-ARCHIVO HISTÓRICO MUNICIPAL DE CHICLANA: Legajo nº 52. Actas Capitulares. Sesión 7 de septiembre 1885.
FOTO (1916): Vibrión colérico en un corte de vellosidad intestinal. «Manuel de Bacteriología» de A. Gilbert y L. Fournier. Salvat y Cía., S. en C., editores. Barcelona.